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Prostitución: menos
escándalo, más realidad
Si todo lo que concierne a la ideología
patriarcal
está impregnado
de
emocionalidad, el asunto de la
prostitución se lleva la palma.
Cuando se habla de prostitución todo se
desdibuja, se trastoca, se confunde, hasta
tal punto que cualquier parecido con la
realidad puede ser pura coincidencia.
Cuando la realidad no está presente en
nuestra mente, ese vacío es ocupado por
las especulaciones. Algunas personas
dicen que este es un oficio como otro
cualquiera, y por tanto nada más lógico
que incluirlo en la Seguridad Social.
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Mitos y realidades en torno a
la prostitución
En la actualidad, la prostitución es
abordada desde diferentes puntos
de
vista,
a
menudo
muy
contradictorios
entre
sí.
El
enfoque mayoritario circunscribe la
prostitución a la explotación sexual
y no diferencia entre prostitución
voluntaria y forzada. De esta forma
se considera a las trabajadoras
sexuales como víctimas pasivas y sin
capacidad de decisión, lo que además
de incrementar el estigma, dificulta
la tarea de erradicar los casos
reales de explotación sexual. Frente
a ello y la usual negativa a contar
con la voz de las propias prostitutas
para hablar sobre el trabajo sexual.
la llamada “prostitución” es posible ver que las implicaciones 7 para las políticas públicas que se derivan tanto de la
penalización como de la despenalización pueden tener el efecto de exacerbar las desigualdades de género.