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Al momento de llegar al aula los niños tenían mucho entusiasmo, el silencio no era algo que en ese salón se conociera, todos con inquietud por ver a sus compañeros y amigos creaban un ambiente de armonía desde la hora de entrada. Se notaba que los niños llegaban muy activos y tenían la total disposición de aprender, por la energía de esos niños se puede deducir que tenían ya tiempo despiertos antes, pues algunos se ocupan en otras labores como alimentar animales o ayudar en casa antes de ir a la escuela; de la misma manera es como salen de la escuela, con un poco de cansancio en sus caritas, pero con la suficiente energía de seguir con las actividades con las que tienen que cumplir en casa.
El maestro también ayuda a generar un ambiente agradable en el aula, pues inspira a los niños con su actitud motivante y les hace sentir apoyados. Al igual para los padres, él es un ejemplo de benevolencia un factor de confianza, pues se alegran de que sea él quien esté a cargo de ayudar a la formación de los niños. Es un buen gestor para encontrar y aumentar beneficios para la escuela
Energía infinita.
La escuela no es la única actividad
relevante que esos niños realizan.
Un profe de 10.
El maestro se ha ganado el cariño de alumnos, padres y de toda la comunidad en general por las buenas acciones que ha demostrado al desempeñar su trabajo.