Los Mayas fueron una de las civilizaciones mesoamericanas más grandes de la historia de la humanidad. Por eso, como toda civilización, ellos tenían sus propias creencias y las expresaban de manera diferente a la manera en la que las hacemos ahora.
Algunos de sus dioses principales eran Hanab Kú (dios creador), Itzamná (dios de los cielos) y Kukulkán (dios del viento). Los mayas solían hacer ofrendas y oraciones a sus dioses con la finalidad de satisfacerlos para que así mejoren las condiciones de la tierra.
Los ritos que más se acostumbraban eran: el autosacrificio, que constaba de perforarse partes del cuerpo con espinas y/o cuerdas; sacrificios humanos; bailes, cantos y rezos; ayuno; ofrendas de plantas y animales.
Los mayas también tomaban los mitos como parte de su cultura y como cualquier otra civilización, las transmitían oralmente. Uno de los más importantes es el mito de la creación: “Seis deidades, cubiertas en plumas verdes y azules, descansaban en las aguas primordiales: el Creador y el Formador, Tepeu y La Serpiente Emplumada, junto con Xpiyacóc y Xmucané. Estas deidades ayudaron a Corazón del Cielo, también conocido como Huracán, a crear la Tierra.”
Los Mayas eran Creyentes