Religión Egipcia
La religión egipcia era de naturaleza politeísta, es decir, creían en varios dioses y diosas, no en uno solo.
Los egipcios adoraban a Osiris, quien juzgaba el alma, a Ra (Dios Sol), dios principal del imperio y a centenares de divinidades que
representaban con cabezas de animal, como gatos, escarabajos, serpientes y al buey Apis.
Celebraban numerosos rituales, el más importante de los cuales estaba destinado a propiciar las anheladas crecidas del río Nilo,
tan necesarias para la agricultura
Dioses Egipcios:
Algunos de los dioses más importantes del antiguo Egipto fueron:
RA : Es la principal divinidad. Representa el sol.
ANUBIS: Representado como un hombre con cabeza de cánido, o como un gran perro. Facilita la ascensión del muerto hacia las
regiones celestes. Patrón de los embalsamadores.
ATON: Nombre del disco solar originario de la Helipolis. Amenofis IV hizo desaparecer todas las demás divinidades, y solo creía
en ésta.
HORUS: Hijo de Isis y Osiris. Señor del Cielo. Se le representa como un halcón o como a un hombre con cabeza de halcón. Dios de
la realeza.
OSIRIS: Señor del mundo subterráneo que contiene las semillas de la vida. Es el Dios protector de los difuntos en el más allá.
HAPY: Dios del Nilo, de la fertilidad y de la riqueza del pueblo egipcio.
BES: Representado como un enano de rostro chato. Protector de las parturientas, y ahuyentador de los malos espíritus.
PTAH: Se le representa como un hombre enfundado en una vestidura ceñida y tocado con un gorro y un cetro. Dios creador,
señor de la cuidad de Menfis. Considerado patrón de los artesanos.
AMÓN: Representado con dos plumas de halcón que adornan su tocado. Los animales que le representan son el ganso y el car-
nero. Dios del Imperio y patrono de la Monarquía.
Los egipcios creían en la vida del más allá, es decir, en la de ultratumba. Los difuntos eran enterrados en tumbas (pirámides,
mastabas o hipogeos), algunas de ellas pródigamente adornadas con pinturas, relieves y fabulosos ajuares funerarios. Gracias a
ello conocemos bastante bien su civilización.
Fruto de las creencias del más allá era la momificación, es decir, la preparación de difuntos para la otra vida. Los cuerpos de los
muertos eran sometidos a un largo proceso mediante el cual se les extraían las entrañas (depositadas en vasos denominados
"canopos") y, tras ser impregnados en diversas sustancias, eran cuidadosamente vendados para preservar el aspecto que
tuvieron en vida.