Mi primera revista ANAQUEL.29.JUNIO.2020.B | Page 7

G. M.: DESESPERACIÓN Y EQUÍVOCO “Sólo vine a hablar por teléfono” Las aristas de la cordura Y o calificaría esta relación entre los protagonistas como inesperada, por- que es un tipo de situación que no se da todos los días. Desde luego, por mucho que echemos imaginación, no es habitual que sucedan las cosas que leemos en este relato del maestro colombiano. La mente del ser humano es imprevisible y muchas veces contradictoria. Co- mo le ocurre a los animales, tenemos capacidad para adaptarnos a nuevas si- tuaciones y se acaba acostumbrando a lo que pueden hacer sus semejantes. Los amores no duran para siempre, ni hay amores verdaderos que duren to- da la vida. Eso es lo que se de- duce de la primera parte del re- lato; el autor lo deja claro en al- gunas intervenciones. Creo que María cometió un error, se pue- de decir que involuntariamente, y ese fue casarse demasiado jo- ven. En este relato no creo que haya "culpables" como tal. En todo caso, el conductor del au- tobús debió reparar en que María era una persona verdaderamente sana y que no necesitaba entrar en el sanatorio. El autor ha escogido un final para su relato, y ese es el que es. De nada sirve que nosotros quisiéramos que fuera otro. De todas formas, a mí no se me ocurre otra solución para poner el punto final a este relato de García Már- quez. J. Sebastián Molina 7