Mi primera revista ANAQUEL.29.JUNIO.2020.B | Page 61
L
as obras literarias que los es-
critores
ponen
en
nuestra
mano, solo cobran vida cuando las
recreamos de nuevo en nuestra ima-
ginación. Es en ese momento cuando
se cierra el círculo creativo; la obra
pasa a ser nuestra y los personajes
forman parte ya de nuestro imagina-
rio personal y emocional.
¿No ha sentido alguien alguna vez la
tentación de invitar a don Quijote, a
Lord Jim o al capitán Alatriste a
darse una vuelta por su pueblo o ciu-
dad? Si la imaginación es libre y el
pensamiento no tiene fronteras ¿por
qué no “robarles el plano” a Cervan-
tes, a Josef Conrad o al mismo Pérez
Reverte? ¿Por qué no “tomar presta-
do” a alguno de esos personaje eter-
nos y convertirlos, por unos instan-
tes, en nuestros compañeros, confi-
dentes y amigos cercanos?
61