Mi primera revista ANAQUEL.29.JUNIO.2020.B | Page 35
P.A.: LAS TRAMPAS DE LA GUERRA
P
ienso que, tras leer este relato, se puede obtener
una lección: hay que ser más humanos, porque
nunca se sabe cuándo se podrá estar en el lugar contra-
rio, y ante los ojos de Dios.
Somos todos iguales por ley y por la condición humana.
Estoy de parte del polaco porque estaba enfermo y no podía defenderse de
los soldados españoles. Solo los que están en guerra o pasan por este tipo de
situaciones saben cómo se sienten, y creo que pensarán que la muerte es el
mejor camino
antes de se-
guir
sufrien-
do.
El arriero es-
pañol
hizo
bien en defen-
der al polaco y
no fue mal pa-
© Revista Arcadia
triota. Al con-
trario,
fue
muy humano con su prójimo.
No estoy de acuerdo en tomarse la justicia por su mano. Pero en un momen-
to de ira o coraje, y más si se trata de la propia familia, entiendo que se pue-
da producir este tipo de reacción.
Fue una verdadera casualidad la presencia de Risas en la casa del polaco. Sin
querer cayó en manos de la familia de Iwa. Aquellas mujeres, sin pensar en
más cosas, lo estaban ayudando y lo querían cuidar porque estaba enfermo.
Pero por casualidad de la vida, se dieron cuenta del medallón que él tenía en
su poder y que no le pertenecía.
Jazmín Tigua
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