Mi primera revista ANAQUEL.29.JUNIO.2020.B | Page 32

P.A.: LAS TRAMPAS DE LA GUERRA Tiene razón el arriero, porque los soldados estaban siendo muy crueles con el polaco, solo veían en él una recompensa por su captura. Me parece muy cruel la reacción de la familia de Iwa, pero es muy difícil juz- gar a alguien, cuando no has vivido su situación. Es muy duro perder a un fa- miliar y mucho más a un hijo. Pero yo no estoy de acuerdo con lo de “ojo por ojo, diente por diente” Yo entiendo que el general, cuando dejó caer esa reflexión sobre el destino y la fortuna de los humanos, quiso decir que más que una casualidad había si- do un castigo que Dios le mandó al soldado español. Pilar Quevedo A * * * través de este relato, podemos sacar muchas consecuencias acerca de la naturaleza humana. Creo que, como en todas las guerras, el trasfon- do es ese grupo de seres humanos que fueron situados en un punto determi- nado y en unas circunstancias precisas, con el objetivo de defender su país, no importando lo que ocurriese. En esta dura experiencia y situación que se nos narra, yo estoy de parte del polaco. Primero que nada, porque ese pobre hombre moribundo ya no podía defenderse, y segundo los dos soldados es- pañoles se encontraban en el goce absoluto de su fortaleza y se comportaron como unas bestias inhumanas con ese pobre hombre, sean cual fueran los motivos o las cosas que hubiese hecho. Pienso que ese tipo de casos se pueden dar en la vida real, por lo que se refie- re a las necesidades e inseguridades que se crean en torno a la guerra. Sobre todo, por ejemplo, en muchas personas cuando dependen de ellos una fami- lia y no tienen que comer, como vestirse o asearse. O cuando las deudas les comen la tranquilidad y su vida se encuentra en el precipicio. 32