Mi primera revista ANAQUEL.29.JUNIO.2020.B | Page 43
Carreteras olvidadas
E
ntablar una conversación con Daniel Guerra suele resultar una
aventura imprevisible y, a la vez, inabarcable. Su mente, vivaz y
poliédrica, se presta a sumergirse por los mil y un vericuetos de
la cultura, la historia y la poesía.
Nos habíamos citado en la Biblioteca del Centro; el motivo era hablar de uno
de sus poemarios. Pero, para Dani Guerra, los motivos suelen ser asunto me-
nor; lo habitual es perderse o reencontrarse en una de esas “carreteras olvi-
dadas” de la palabra, que él evoca en sus versos. Y lo habitual es también que
el interlocutor se preste, entre expectante y curioso, a dejarse llevar o despe-
ñarse por cualquiera de esos caminos o vericuetos que Dani despliega con
sus palabras agudas, incisivas y, a la vez, bien temperadas.
El resultado suele ser una experiencia peculiar e insólita. En los primeros
treinta minutos, los focos de la conversación han ido por el ámbito de la pro-
fesión, la escritura y las amistades comunes. Pero, como quien no quiere la
cosa, se nos han cruzado por delante senderos y trasversales imprevistos al
calor de la palabra distendida y cordial. De modo que las derivas han ido
apuntando sucesivamente a los más alejados y dispares lugares y parajes que
se pueda uno imaginar: desde las rutas y poblamientos medievales en Alto
Campoo, hasta las pinturas de la ermita de Valberzoso, pasando por el da-
daísmo de Tzara, el surrealismo de Breton o los colages de Gutiérrez Escude-
ro.
Para acabar, y no se sabe muy bien por qué vericuetos históricos, hemos ido
a dar con el almirante Cervera, el conde Berenguer de Barcelona, y nos he-
mos dado de bruces hasta con el mismo emperador Carlomagno. ¿Puede ser
posible desplegar semejante panoplia discursiva en tan solo media hora de
charla y sin guión previsto? Con Daniel Guerra todo es posible cuando la pa-
labra fluye en libertad y se convierte en una válvula de escape para solaz del
espíritu y la imaginación.
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