Mi primera revista ANAQUEL.29.JUNIO.2020.B | Page 4
Una convocatoria y una ilusión
C
on la edición de ANAQUEL.29 cerramos este ciclo que podríamos lla-
mar del “Confinamiento”, por las especiales condiciones y circunstan-
cias que se han producido a lo largo de este último trimestre de curso.
Como ya expusimos en nuestro número anterior, la redacción de
nuestra revista ha querido también sumarse modestamente a ese esfuerzo co-
lectivo que la sociedad española está desplegando para combatir esta crisis sa-
nitaria que padecemos. Y lo hacemos con las dos armas que tenemos a mano:
la palabra y la escritura creativa. En la publicación anterior hacíamos énfasis
en el análisis y reflexión sobre la desastrosa pandemia y todo ese corolario
emocional y social que deja tras de sí. En ANAQUEL.29 ponemos el punto de
atención en la Literatura y en la palabra creativa como eje y motivo principal
de la edición.
En ambas publicaciones subyace el idéntico afán e interés por intentar su-
perar el abrupto cierre de aulas decretado el pasado 13 de marzo. En esta pre-
cisa ocasión, nuestra mente y recuerdo han estado puestos en una de las con-
vocatorias más importantes y sugerentes que organizaba el Centro, siempre en
el mes de abril. El tradicional y previsto Día del Libro también se ha visto
“confinado” y ha salido malparado por los coletazos de esta inclemente enfer-
medad, que no discrimina a nadie.
Para tratar de cambiar el rumbo de lo inevitable, hemos puesto la atención
en intentar reeditar - ficticia y virtualmente- la que tendría que ser la XXXIIª
edición del Día del Libro del CEPA Escuelas Verdes. Naturalmente, la falta de
contacto personal y la ausencia de actos públicos y presenciales restan virtuali-
dad y colorido a esta fiesta de la cultura que organizábamos en primavera. En
su lugar, nos hemos propuesto reinventarnos un insólito escenario digital, en
el que tuvieran cabida los buenos libros y el hecho de leer en libertad y por
gusto.
Quizá esa sea una buena manera de conjurarnos contra la reclusión forzosa
y la clausura momentánea de las aulas del Cepa. De todas formas, es bien sabi-
do que para disfrutar de la lectura y de la buena literatura no suponen obs-
táculo ni los espacios estancos ni las férreas barreras sanitarias.
“Sé que solo hay una libertad: la del pensamiento” decía A. de Saint-
Exupéry. En la larga historia de este Centro educativo, pocas veces se ha teni-
do ocasión de certificar la veracidad de este pensamiento. Y para corroborarlo,
aquí están estas decenas de alumnos y alumnas que han reflexionado, imagi-
nado o fantaseado en torno a la buena literatura y su poderoso caudal de evo-
cación.
Estamos seguros de que el año próximo la convocatoria se realizará en las
mismas aulas del Cepa. Nuestra ANAQUEL volverá a ser, una vez más, testigo
de ese reencuentro feliz entre todos los compañeros.
Julio Díaz. Mayo de 2020
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