Mi primera revista ANAQUEL.29.JUNIO.2020.B | Page 20
G. M.: DESESPERACIÓN Y EQUÍVOCO
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esgraciadamente, creo que una situación como la que se nos plantea
en este relato, puede llegar a suceder. Me parece bastante real la posi-
bilidad de que una persona acabe encerrada en un sitio como este, por la in-
competencia y la mala saña del personal.
La situación por la que pasa María me parece que podría dejar a cualquier
persona traumatizada, teniendo en cuenta que hasta llegan a abusar de ella.
Las expresiones a los “amores eternos”, desde mi punto de vista, hacen refe-
rencia a ese momento especial por el que hemos pasado todos. El estar tan
enamorado de alguien y llegar a pensar que morirás al lado de esa persona…
Que tus días se acabaran juntos a los suyos… Todo es así hasta que un día te
das cuenta de que eso no va a pasar, y el amor que alguna vez sentiste se em-
pieza a agotar sacándote de esa realidad.
El motivo, en el caso de María y por decirlo de alguna forma, es que es muy
enamoradiza y puede llegar a enamorarse de otros hombres con cierta facili-
dad. Esa predisposición hace que todos esos amores “eternos” tengan una fe-
cha de caducidad.
Cuando Saturno se da cuenta de que no ha llegado a casa su esposa, y tenien-
do en cuenta el historial de relaciones que tiene María, es normal que pensa-
ra que lo había vuelto a abandonar. Ya, cuando lo llaman a la semana si-
guiente para decirle que encontraron el coche abandonado, en ese momento
creo que lo lógico y normal es preocuparse ya que no es una situación co-
mún. Tendría que, por lo menos, intentar dar con su paradero para saber que
está bien. Por último, cuando se encuentra con ella y la visita, lo normal es
sacar a María de ahí, ya que desde el momento en que desapareció estuvo en-
cerrada. Todo ello, sin contar que, entre lágrimas, la desolada María le
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