Mi primera revista ANAQUEL.28.ABRIL.2020 | Page 87

CÓMO HEMOS CAMBIADO Me gustaría que no hubiera más situaciones como las que estamos viviendo aho- ra. Ojalá esta pandemia se pueda erradicar a tiempo y que no haya más muertes por contagio. Esperemos disponer una pronta vacuna para poder vencer este zarpazo que nos ha llegado en esta primavera. Dios no lo quiera... Ojalá que la pandemia no llegue a África ni a América. La vacuna se hace imprescindible. Estoy aprendiendo muchísimo con esta enfermedad. Lo primero, he aprendido a encontrarme a mí mis- ma; a reflexionar antes de actuar y antes de dejar libres mis impulsos. Sobre todo, estoy aprendiendo a ser más generosa con los demás y a no ser egoís- ta. Me he parado a pensar que hay mucha gente que vive peor que yo. Hay que ser solidario, y eso es lo más importante de lo que estoy aprendiendo. La soledad no es tan mala como mucha genta la describe. Es cierto que a veces uno se encuentra en soledad y tiene ganas de estar con sus seres queridos. Pero hay veces que es mejor estar solo por algunas razones. En mi caso, por ahora, pre- fiero estar sola, y quiero aprovechar este tipo de situaciones para perfeccionarme como persona. Me cuesta adaptarme a que tengo que estar en libertad; a que no puedo salir li- bremente por las calles; a que no pueda quedar con mi gente y mis seres queri- dos, que tanto quiero. Por supuesto que pienso que este tiempo de confinamiento tendré ocasión de recuperarlo; de eso no me cabe duda. Cuando el Gobierno diga que se puede pisar la calle, podré abrazar a mis seres queridos, después de tanto tiempo en esta separación forzada. 87