Mi primera revista ANAQUEL.28.ABRIL.2020 | Page 80
CÓMO HEMOS CAMBIADO
Creo que esta situación sí me puede mejorar como persona, porque me está
haciendo ver la resistencia que puedo tener en estos momentos, haciendo activi-
dades continuamente con mi hijo pequeño. Yo misma me concentro y me esfuer-
zo para que la situación no se haga más dura de lo que es. Lo que realmente echo
de menos es poder abrazar a mi madre y a mi hijo mayor.
Naturalmente que creo que habrá muchas cosas que voy a recuperar cuando esto
termine. Mis hijos son lo primero y más importante.
Todo no será igual porque hay mucha gente que está perdiendo a familiares. La
economía del país se está rompiendo, y después vamos a vivir la vida sin tanto
agobio, como vivimos ahora el día a día.
U
na familia madrileña de cuatro integrantes, padre, madre un niño
de nueve años y un adolescente de dieciséis, deciden ir a pasar su
cuarentena a su pueblo, donde se han construido una casita. Tienen un
jardín con árboles frutales y en la localidad viven solo treinta personas.
Por ello, no van a cruzarse con mucha gente y van a estar mejor en una
casa que en un piso de ochenta metros cuadrados.
Llegan al pueblo, se encierran, traen toda la comida y lo necesario para
poder vivir durante una temporada. Al llegar al pueblo el hijo menor coge
la bicicleta y se va de paseo por el pueblo. Va a visitar conocidos; la gente
en los pueblos es muy hospitalaria por lo que lo reciben con los brazos
abiertos.
Sus padres salen a pasear por el monte. En el pueblo se dan cuenta que
allí la gente vive del ganado; por lo cual tienen que pasar y tocar lo que
otros han tocado, sin saber el peligro que están ocasionando a contagiar
la enfermedad en caso de que alguno lo tuviera.
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