Mi primera revista ANAQUEL.28.ABRIL.2020 | Page 53

CÓMO HEMOS CAMBIADO No lo considero una situación fácil de llevar puesto que me está afectando a mis emociones, porque me duele enormemente ver cómo nuestros longevos y no tan mayores están cayendo sin poder enfrentar a este virus. Esa desgra- cia proviene del hecho de que no les dan la opción por las condiciones por la que atraviesa el país en estos momentos. Tenemos escasez de productos sa- nitarios y existe un amplio nivel de contagio. Y los jóvenes necesitan vivir. Es dramático no saber qué ocurrirá con alguien que se enferme, puesto que los hospitales están llenos. No hay capacidad para curar a todos. Es horrible sentir cómo mis ojos y mi corazón lloran porque quisiera tener conocimien- tos -aunque sea un poquito- en la medicina, para ir a brindar ayuda a esas pobres personas que sufren el descontrol de esta pandemia. Es duro y me duele como si fuera yo quien lo sufriera en carne propia. La verdad, en los 28 años que tengo y a pesar del poco desarrollo que hay en mi país, nunca viví, ni me imaginé estar viviendo una situación así, ni semejante. Creo que esto no fue casualidad, ni un castigo de Dios como dicen muchos o co- mo dice la Biblia; esa maldición según la cual la peste llegará a exterminarnos a to- dos y el señor estará sentado esperando a que todos doblemos nuestras rodillas y le roguemos misericordia. Pues sí; pidamos por todo nuestro mundo y porque no cai- gan más personas en esta guerra sin cuar- tel contra una sola cosa: el Coronavirus (COVID-19). 53