Mi primera revista ANAQUEL.26.MARZO.2020.b | Page 69
IMÁGENES Y CONTEXTOS
T
odos los años los cementerios se llenan de flores y de personas.
Especialmente el Día de todos los Santos, sobre todo si hay buen
tiempo. Antes, se acude al campo santo, se hace la limpieza de las losas, se
pinta o se luce –llegado el caso- y se deja todo a punto para el gran día,
cuando toda la familia se reúne para la ocasión. Condición casi
imprescindible es que se tenga algún difunto al que recordar. De este modo,
se hace lo posible para que la tumba esté en las mejores condiciones posibles.
El quedarse solo es muy triste; no puedo ni siquiera imaginármelo. En mi
país, hay personas que por estas circunstancias se preparan para estas fechas
y poder estar junto a sus seres queridos. Para esto, llevan comida y bebida.
Llevan flores frescas e incluso sillas para poder sentarse y rezar, pensar,
meditar y hablar espiritualmente con los difuntos, como si estuvieran aún
presentes. De este modo, se puede recordar los buenos momentos.
Es verdad que siempre se echa de menos a los seres queridos. Todo lo malo
que sucedió en el pasado ya no cuenta; solo quedan los mejores momentos.
Estos momentos se quedan guardados para siempre en nuestra memoria y
en nuestro corazón.
Nancy Alvarado
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