Mi primera revista ANAQUEL.26.MARZO.2020.b | Page 14

ANECDOTARIO A yer Salí de casa a las 10 en punto de la mañana, fui a ayudar a una amiga a montar su nuevo local. Unas compañeras se encargaban de embalar paquetes, bolsas y trozos de pared, para que yo procediera a pintar las zonas requeridas. Empecé pintando los bordes de las ventanas con color plata, y al final terminé pintando escaleras y armarios. Después, sobre las dos de la tarde, terminé de pintar todo y me tomé un descanso mientras comía en un bar. Al volver a la tienda, me tocó desencajar un armario y serrar trozos de madera salientes, para después lijarlo y pintarlo. Al final terminamos a las 8 de la noche de arreglar la tienda, y después de eso me fui a casa. * H * * ace años, mi hermano menor y yo disfrutábamos de una mascota; un perro llamado “Wolf”. En ese tiempo estaba de moda una canción que decía algo así como que “mi cama huele a ti; a ti, a tu perfume de miel, a ti. Cierro los ojos y pienso en ti…” ( Ese día por la tarde mi hermano estaba en su cuarto y pasaba yo cerca. Entonces escuché una especie de ruido, y cuando abro la puerta para entrar y ver qué es lo que suena, veo a mi hermano echado con el perro encima de su pecho, acariciándolo y cantando “es que mi cama huele a Wolf, a Wolf, a tu perfume de miel, a Wolf…” Entonces yo me partía de la risa… Él me miró y también se reía y disfrutaba con la situación. 14