Mi primera revista ANAQUEL.24.JUNIO.2019.b | Page 22
RELATO BREVE
Finalmente, la señora mayor enarbolando su gran bolso de color rosa
pasión, intentó golpear en el torso del agente. Pero el policía, rápido en
sus reflejos, le asió fuertemente en la muñeca, lo que hizo que el bolso
acabara desparramado en medio de la calle.
Usted, señora, se viene conmigo ahora mismo.
¿Y eso por qué? ¿Eh…?
Frunciendo el ceño, el policía rápidamente puso a la señora de espaldas
para ponerle las esposas, ya que no estaba dispuesto a presenciar más
conatos de violencia.
Por agresión a un oficial de policía.
La señora, quien no daba crédito a lo que oía, intentó forcejear, pero el
agente no se dejó manipular en absoluto. Ambos, policía y señora de
dirigieron finalmente hacia el coche patrulla. Pero antes, el policía tuvo
ocasión de dirigirse al joven para comentarle que no iba a ver ningún
tipo de sanción para él. El chico agradeció el detalle y de paso se le
ocurrió pensar en los desafortunados compañeros de calabozo, que
tuvieran que soportar a aquella señora tan antipática e histérica. Pero
realmente no le producía nada de lástima la detención a arresto de la
anciana.
Pues no acaba ahí la cosa. Intentar subir a la airada señora al vehículo
policial fue toda una odisea. A duras penas el sufrido agente consiguió
su propósito, no sin antes oír el griterío de despropósitos e insultos
propinados por la irreductible dama dentro del coche. Al agente, que
intentaba mantener la calma en todo momento, no se le ocurrió otra
cosa que poner una emisora de radio para hacer más “ameno” el
trayecto hasta el cuartel de policía de Santander, y así evitar perder los
nervios en el último momento.
María Barreiro (20 de marzo de 2019)
22