Mi primera revista ANAQUEL.23.MARZO.2019.B | Page 81

LÁPIZ Y PAPEL Incluso, en la última noche, el albergue organizó una fiesta de despedi- da, con refrescos, música, al estilo discoteca, cosa que fue increíble. To- dos bailamos a lo loco, cantábamos muchas de las canciones y gritába- mos, sin importarnos nada. Recuerdo que la fiesta acabó en la madruga- da, y todos estábamos cansados, y con muchas ganas de dormir. Yo ya me había puesto el pijama, cuando una compañera, soltó un grito, so- bresaltándome. Todos, incluso algunos de los chicos que habían oído el grito, entraron a la habitación, para descubrir qué había pasado. Enton- ces, ella, señaló algo que estaba en el suelo. Se trataba de una compresa, aunque no recordaba si estaba usada o no. Eso quedó como una laguna, pero imaginó que estaba usada, ya que sino ese grito no tendría sentido. No negaré que me causó cierta gracia ver aquella cara de horror de ella, y de algunas de las personas que estábamos allí. Finalmente, decidimos ir a dormir, para de esa forma descansar para el largo viaje que nos es- peraba. M. B. E * * * n Moldavia, curso 2002-2005, estuve estudiando en la escuela ofi- cial de deportes olímpicos, única en el país. La primera asignatura o tarea era nadar (50 min); la última asignatura igualmente había que ir a nadar 1h y media. Y por la noche otra hora y media de natación, el agua era puro cloro; los ojos se ponían mas rojos que el tomate después de cada sesión. 81