Mi primera revista ANAQUEL.22.DIC.2018.PDF | Page 78

ENCUENTRO CON NARRADORES Este hombre extraño me estaba llevando a la ciudad. El caso es que el tipo iba tan feliz, cantando mientras conducía el coche de mi padre. Yo, sin embargo, estaba tan asustado en la parte trasera del coche, que no podía ni hablar y casi ni moverme. Transcurridos unos veinte minutos, el padre del niño se dio cuenta de que se había entretenido con el periódico y decidió salir corriendo a buscar el coche del túnel de lavado. Al dirigirse al túnel de lavado vio que había un coche del mismo color que el de él, pero que no era el suyo. Pe- recía que su coche había desaparecido, con su hijo dentro. Entonces el hombre se puso nervioso y fue donde el responsable del túnel a pregun- tar qué había pasado con su coche y con su hijo que estaba dentro del vehículo. El responsable no había visto nada, y decidieron llamar a la po- licía para dar parte de lo ocurrido. La policía no tardó mucho en presen- tarse en el lavadero. El hombre, asustado porque había desaparecido su hijo y su vehículo, se estaba poniendo cada vez más desesperado. Llora- ba, ya que su hijo no se encontraba por ningún sitio. Pensó lo peor; que había sido secuestrado. Por otro lado, el extranjero estaba entrando en su garaje, y al apar- car el coche se dio cuenta que en la parte trasera del coche se encontraba un niño muy asustado y con los ojos llorosos. El señor se echó las manos a la cabeza y solo hacía que mirar para todos los lados. Entonces se dio cuenta de que no era su coche; era del mismo color pero no era el suyo. Preguntó al niño, pero este, al no entender su lengua, no pudo contestar- le. El niño asustado empezó a gritar y le decía que no le hiciera daño. El hombre, que finalmente sabía hablar español, intentó calmar al niño. Le dijo que no le haría daño, que se había dado cuenta de que ese no era su coche. 78