Introducción El consumo de alcohol es un problema de salud pública a nivel mundial, es un factor de riesgo para trastornos mentales y de la conducta, para hipertensión arterial sistémica, diabetes mellitus, cirrosis hepática y cáncer, entre otras1.
La Organización Mundial de la Salud( OMS) menciona en su informe del 2014 que el consumo de alcohol causa más de tres millones de muertes al año, representa el 5.9 % de todas las defunciones y el sexo masculino es el más afectado.
En América Latina se estima que cada año, el consumo frecuente de más de cinco copas de alcohol por ocasión, causa la muerte de una persona cada dos minutos. Éste consumo es 50 % mayor que el promedio mundial. En México, Brasil, Perú, Bolivia, Uruguay, Costa Rica y Chile el consumo excesivo episódico es elevado3-5.
México ocupa el tercer lugar en el consumo de alcohol en el continente americano, con un porcentaje de 86 % del total de la población. Por ello se considera que el consumo de esta sustancia afecta a los adolescentes en un 70 %.
La Encuesta Nacional de Adicciones( ENA) 2011, indica que la prevalencia del consumo de alcohol a nivel nacional corresponde al 51.4 % para su población de 12 a 65 años; con respecto a la distribución por sexo, 62.7 % corresponde al masculino y 40.8 % al femenino11.
Hábitos de riesgo para su salud, entre los que destacan la presencia de alcoholismo, tabaquismo y farmacodependencia3, 12. Otros estudios confirman que tomar alcohol en la adolescencia es la puerta de entrada para consumir otras drogas4-6,12.
En cuanto a la edad de los adolescentes, 61.5 % se encuentra entre los 14 años o menos y con relación a la cantidad de consumo.
En el ámbito escolar, los alumnos de bachillerato( 36.4 %) abusan del alcohol en mayor proporción que los estudiantes de secundaria. El 42.6 % de los varones y el 19.12 % de las mujeres, comienzan a consumir alcohol antes de haber cumplido 13 años. Estos datos, lejos de disminuir se confirman en investigaciones recientes15, 16. Estas cifras muestran un alto porcentaje de consumo entre los adolescentes, que es un grupo vulnerable donde se incrementa el riesgo de consumir diversas sustancias; ya que en esta etapa, existen diferentes desafíos personales como la búsqueda de identidad, la problemática familiar, el estrés, el rechazo a la autoridad, cambios asociados al desarrollo y factores sociales.
En la población de 12 a 17 años se identificó una prevalencia del consumo de alcohol del 30 %, de los cuales 31.8 % corresponde al sexo masculino y 28.2 % al sexo femenino. Situación que refleja la problemática de salud en los adolescentes, siendo esta etapa la más vulnerable en la cual se desarrollan
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