“Para ir realmente rápido hay que frenar un segundo después de lo que te dice el miedo y acelerar un segundo antes de lo que te dicta la lógica”.
-Alain prost
Desde 1886, cuando Carl Benz patentó en la Oficina Imperial de Berlín un "vehículo impulsado con un motor a gas", que luego, a pesar de discusiones que se sostienen, sería considerado el primer automóvil (algunos le atribuyen ese logro a Leonardo da Vinci), la industria automotriz no protagonizaba un invento tan transformador. La autonomía, ni más ni menos, modificará un paradigma que nació 130 años atrás.