Mi primera publicacion XI Magazine CTCR_compressed-1 | Page 9

empresas ya instaladas en el 4.0 y las que todavía limitan la digitalización a disponer de una web. La inteligencia artificial, el blockchain, la tecnología RFID, la realidad aumentada, el big data o la ciberseguridad son herramientas que pueden ayudar a las empresas a ser más competitivas y eficientes. La importancia de la digitalización ha quedado de manifiesto en los últimos meses, en las que muchas empresas han tenido que dar un salto cualitativo en este terreno. En esta línea, desde su vocación científicotecnológica y desde su posición actual, ¿cómo valora el papel de Centros, como el CTCR, en beneficio de la competitividad industrial? ¿cree que el valor añadido que generamos está suficientemente reconocido? Desde mi punto de vista los centros tecnológicos sois un puente esencial entre la ciencia y el mercado, el referente para la transferencia del conocimiento a las empresas del sector y, en muchos casos, el departamento de I+D+i de las empresas. Todavía queda mucho camino por recorrer y mucha ciencia que transferir, y vuestra labor en ese camino será fundamental. Revisando declaraciones suyas en hemeroteca… extraemos varias afirmaciones que compartimos al cien por cien con usted: «la innovación no es un gasto sino una inversión»; «cuando interiorizamos la tecnología, la innovación sale sola»; «no hay innovación sin tradición». Entiendo que siguen siendo frases clave de su discurso diario… Estoy tan convencida de esto y lo tengo tan interiorizado que supone más que una frase clave en un discurso. Se podría decir que es mi forma de pensar y de actuar. La innovación surge del conocimiento y las empresas tradicionales están sobradas del mismo en sus respectivas áreas. Dedicar recursos para innovar, no solo económicos, sino también aprovechando el capital humano con su conocimiento y sus ideas, es invertir en futuro. No podemos pasar por alto un tema de innegable actualidad… ¿cómo calificaría, a grandes rasgos, el impacto que el Covid-19 ha tenido en nuestro ecosistema industrial riojano? ¿y en la industria del calzado, en particular? El impacto de la COVID-19 en la economía y en la industria ha sido importante, y la recuperación es desigual, dependiendo del sector. A esto hay que añadir el componente de incertidumbre en el que nos encontramos. En el calzado existe además el agravante de la temporalidad de la moda. Pero si algo ha demostrado el sector es su capacidad innovadora y la versatilidad y eficiencia para, en cuestión de días, surtir de EPI a nuestros sanitarios y conseguir hacernos autosuficientes. Sobre esto, no puedo menos que transmitiros mi más sincero agradecimiento y animaros a seguir siendo tractores y ejemplo de innovación. Para usted, esta pandemia imagino habrá sido todo un gran reto al que hacer frente, aunque aún de ello, seguro que ha extraído también aspectos positivos… La historia nos enseña que de las grandes crisis también nacen grandes descubrimientos, soluciones y oportunidades. Me quedo con dos lecciones fundamentales. Por un lado, que, sin innovación, y la ciencia que siempre hay detrás, no podemos avanzar ni solucionar los retos que se nos presentan. Y la segunda es que en la cooperación es fundamental tener un foco común, es decir, compartir un mismo objetivo. Para finalizar y a modo de balance de este primer ejercicio, ¿cuáles han sido sus principales motivaciones y o barreras con las que se ha topado? Y ¿qué es lo que espera en lo que respecta al próximo trienio? Motivaciones, como he comentado, la ilusión y la oportunidad de aportar valor a La Rioja, y eso continúa pese a esa gran barrera que ha supuesto la pandemia del COVID-19 y a las dificultades que pueden surgir cuando se pone en marcha un nuevo proyecto en un nuevo escenario. El próximo trienio espero poder desarrollar todos los planes y las ideas que tenemos en internacionalización e innovación y que esto contribuya a reactivar la economía tras estos duros meses y también a modernizar el tejido empresarial de la región. 9