Sistema STOCK
Este sistema de nomenclatura se basa en nombrar a los compuestos escribiendo al final del nombre con números romanos la valencia atómica del elemento con “nombre específico” (valencia o número de oxidación) es el que indica el número de electrones que un átomo pone en juego en un enlace químico, un número positivo cuando tiende a ceder los electrones y un número negativo cuando tiende a ganar electrones).
De forma general, bajo este sistema de nomenclatura, los compuestos se nombran de esta manera:
Nombre genérico + de + nombre del elemento específico + el No. de valencia
Normalmente, a menos que se haya simplificado la fórmula, la valencia puede verse en el subíndice del otro elemento (en compuestos binarios y ternarios). Los números de valencia normalmente se colocan como superíndices del átomo (elemento) en una fórmula molecular.
Todos los compuestos binarios oxigenados son óxidos.
Historia
La nomenclatura inorgánica tradicional de la escuela francesa encabezada por Lavoisier, no resultaba operativa, al descubrirse nuevos compuestos, pues los sufijos oso e ico, o ito y ato (sales), para diferenciar los compuestos no era suficiente. Cuando se trataba de nombrar compuestos complejos, presentaba enormes dificultades por la nomenclatura de Lavoisier.
A principios del siglo XX, hubo varios intentos de modificar la nomenclatura, empleando prefijos numéricos o letras para las valencias o los átomos de los elementos en determinados compuestos. Hasta que en 1920 Stock adaptó el sistema de Werner.
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Por ejemplo:
Óxido de Hierro (III)
Óxido de hierro (II)
Óxido de Iodo (VII)
Óxido de Molibdeno (VI)