CONTRIBUCIÓN DE LA ARMADA ARGENTINA A LA POLÍTICA ANTÁRTICA
Introducción
El Sector Antártico Argentino comprende
una extensión aproximada de 1.461.597 km 2 ,
de los cuales dos tercios corresponden a
tierra firme, y que en la actualidad cuenta
con trece bases. Debido a su ubicación de
proximidad geográfica, fundamentos jurídicos
e histórica actividad, ha mantenido y mantiene
pretensiones sobre el territorio antártico,
es decir, las tierras comprendidas entre los
meridianos 25° y 74° Oeste y entre los 60° de
latitud Sur y el Polo Sur.
La Nación concretó su presencia en el
continente blanco con el establecimiento de
la primera base permanente en la Isla Laurie,
de las Islas Orcadas, en los comienzos del
siglo XX. Desde ese entonces y hasta el día
de la fecha el país ha cimentado su influencia
en esas latitudes a través de una presencia
ininterrumpida, un importante accionar
científico, políticas de Estado de largo plazo
y participación en la comunidad internacional
antártica.
Desde el principio del siglo XX hasta la fecha los
cambios en lo referente a la temática antártica
han sido enormes. La implementación del
Tratado Antártico en el año 1961 tuvo como
objetivo inicial contener los conflictos latentes
y evitar la militarización del continente (1),
evitando una carrera armamentista que podría
haber tenido devastadoras consecuencias.
Luego, reconociendo las reservas minerales
y el potencial económico del territorio, se
implementó el Protocolo al Tratado Antártico
sobre Protección del Medio Ambiente, también
llamado Protocolo de Madrid, cuyo fin ulterior
es la protección del medio ambiente antártico
y los ecosistemas dependientes y asociados.
El mismo, hasta el momento ha sido ratificado
por 37 países, -entre los cuales se incluye
la Argentina-, y establece la prohibición de
realizar cualquier actividad relacionada con
los recursos minerales, salvo la investigación
científica.
La presencia del hombre, principalmente
debido al turismo, se ha incrementado
considerablemente, a tal punto que presenta
una amenaza al medio ambiente que debe
ser regulada y controlada. Gracias al avance
de la ciencia y la tecnología el conocimiento
científico de la Antártida crece año tras año.
La implementación de tratados, convenios
y medidas que regulan la actividad tiene por
objetivo reducir el impacto del hombre en
esas tierras, y cuidar el ya de por sí delicado
equilibrio reinante.
La Armada Argentina en la Antártida
La presencia de la Marina de Guerra se
materializa por primera vez en septiembre de
1815, cuando el entonces Coronel de Marina