VIGILANCIA SUBMARINA MEDIANTE HIDRÓFONOS FIJOS Y FLOTANTES
Introducción
Ante la problemática sucedida con la
desaparición del Submarino A.R.A San Juan
durante el año 2017 surgieron interrogantes
y cuestionamientos dentro y fuera de nuestra
institución sobre la cual ha despertado aún
más mi interés, sobre lo que sucede debajo de
la superficie del mar tanto dentro de límites
territoriales como fuera de ellos. Esto enmarca
una innumerable cantidad de variables que
llaman a profundizar este interrogante.
Por eso se tratará de encarar a través del
presente, la problemática mencionada con
posibles soluciones de acuerdo a la tecnología
presente y las capacidades e inversiones que
pueden ser llevadas a cabo. ¿Qué es lo que
pasa allí abajo? ¿Cómo solucionarlo? ¿Con
que medios? ¿Cómo hacen las potencias para
resolver la misma problemática? ¿Estamos
preparados para tales tareas?
La vigilancia submarina
Si bien se lleva a cabo en tres dimensiones
(aire, tierra y mar), la guerra convencional está
conformada por cuatro ambientes de combate
de los cuales uno de ellos aún no hay sido
totalmente desarrollado y se cree que podrán
pasar siglos hasta tener las ecuaciones
necesarias para lograr estandarizar en
técnicas y tácticas el desarrollo de una guerra
de este tipo.
Este espectro al que hacemos referencia, es el
denominado “Ambiente de Guerra Submarino”
comprendido por todo hecho que sucede
por debajo de la superficie del mar. Esto ha
generado en las grandes potencias bélicas
y en entidades científicas reconocidas, la
necesidad de explorar nuevos desafíos que las
profundidades oceánicas ocultan.
Para ello, se ha desarrollado tecnología
desde lo más económica y rudimentaria
hasta la sustentable únicamente por países
desarrollados y con gran inversión en este tipo
de campos.
La problemática general que impone
este ambiente, es el resolver la gran
cantidad de variables simples y complejas
simultáneamente que ocurren en los diferentes
sectores del planeta. Las plataformas
continentales, las costas, las corrientes, la
meteorología y muchas más, han sido y serán
siempre las variables donde se engloba la
información que hoy es requerida por todas las
armadas del mundo para obtener ventajas en
el único teatro de operaciones que no ha sido
desarrollado.
En definitiva, la síntesis de lo buscado, “¿qué
es lo que está pasando debajo del agua en este
momento y alrededor del mundo?”
En la historia, se hicieron presentes los
primeros dispositivos capaces de poder estar
sumergidos a profundidades mínimas hace
ya más de un siglo. Ellos son los submarinos.
Costosos, obligados de dotarlos con personal
adiestrado, arriesgado y sin márgenes de
errores son aquellos que brindan la mayor
información que posee el océano, pero con la
particularidad de que no puede ser llevado a
cabo de manera constante y con una cobertura
mundial. Esto quiere decir que ni la entidad
más dedicada a obtener esta información
podía lograr tal misión a corto plazo.
Una solución para esta incógnita fue la creación
de dispositivos flotantes capaces de escuchar
y medir debajo del agua con sensores sujetos
a boyas fijas al fondo del mar. No obstante, la
problemática seguía sin resolverse porque era
necesaria la cobertura con cientos de miles
de boyas a lo largo de un sector del planeta
que se quería controlar (las costas de los
países pertenecientes a la OTAN), lo que ponía
en jaque nuevamente al factor económico de
los aquellos interesados. Los arreglos fijos
de escucha (hidrófonos) fueron la solución
en la guerra fría de la Marina de los Estados
Unidos para detectar submarinos de la Unión
Soviética mediante una línea de barrera con
alta probabilidad de detección. Una especie de
cadena que le permitía saber si alguna unidad
con desplazamiento por medios mecánicos
estaba transitando en las proximidades.
¿Cómo entender las reglas básicas a través
del sistema americano SOSUS?
El sistema de vigilancia de sonido (SOSUS),
siglas de Sound Surveillance System,
proporciona una capacidad de detección de
gran alcance en aguas profundas. Consiste en
una cadena de puestos de escucha submarinos
que se reparten en una línea que va desde
Groenlandia hasta el Reino Unido pasando
por Islandia, en lo que se conoce como el paso
GIUK (Greenland-Iceland-United Kingdom).
Originalmente era operado por la Armada de
Estados Unidos para detectar submarinos
soviéticos, que pasaran a través de estos
estrechos si deseaban atacar blancos más
al oeste, como por ejemplo la costa oriental
estadounidense. Existen estaciones SOSUS en