¿QUÉ SON LAS OPERACIONES MIO Y POR QUÉ SE LLEVAN A CABO?
Introducción
Una Operación de Interdicción Marítima, se
define como la acción de negar el acceso a
puertos específicos a naves mercantes para la
importación y exportación de mercancías a un
país determinado o a varios países.
Aquellos que a través de la historia han visto
amenazados sus derechos por parte de otro
Estado, han empleado fuerzas militares para
conminar al otro a que respete las normas
internacionales de conducta.
Las MIO son un instrumento utilizado por los
Estados soberanos para hacer frente a las
diversas amenazas a la seguridad y protección
marítima, entre las cuales podemos
mencionar: la piratería, trata de personas,
tráfico de sustancias y mercancías prohibidas,
narcotráfico y terrorismo.
En el contexto internacional actual se ha
producido un cambio de paradigma, donde
prácticamente las guerras convencionales
entre dos naciones soberanas parecen haber
llegado a su fin debido al surgimiento de
nuevas amenazas asimétricas que no poseen
banderas ni territorios, como el terrorismo y
el narcotráfico.
Basándonos en este concepto, consideramos
que las Armadas como parte del sistema de
defensa nacional de cualquier país, deben
preparase para realizar operaciones MIO que
permitan en un futuro cercano hacer frente
a una problemática que se encuentra en
crecimiento y que parece no tener límites.
A través del presente estudio, se pretende
demostrar distintas razones por las cuales
las Armadas deben estar listas a llevar a
cabo operaciones de este tenor, valiéndome
para esto, de la información recolectada
desde diferentes trabajos de investigación.
Particularmente el realizado por Martín
Edgardo
MENDEZ
“Implementación
y
estandarización de medios para Visita Registro
y Captura” que data del año 2005 y se encuentra
en el archivo de la “Escuela de oficiales de la
Armada”, y doctrina empleada por la OTAN
(Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Las operaciones MIO
Antiguamente, los recursos naturales del
mar eran considerados ilimitados. Para su
explotación sólo se requería una inversión
relativamente baja en medios de captura
o recolección, ya que presentaba una auto
regeneración sustentable. Hoy día, son
evidentes sus límites ante la tendencia a la
sobreexplotación; también es una realidad la
explotación del petróleo desde el subsuelo
marino y ya se prospecta la minera del fondo
a grandes profundidades, lo que puede llegar
a representar en el futuro una elección de
alternativas entre el recurso vivo y el no vivo.
El mar, como fuente de recursos, requiere
ser preservado, y protegidas las especies
que lo habitan; para ello, se hace necesario
controlar la actividad que en él se desarrolla
y lo afecta. Como vía comunicacional, permite
comerciar grandes volúmenes de carga a
distancias enormes, lo que por otros medios
resultaría imposible. Sin embargo, para lograr
emplear el mar en beneficio de los propios
proyectos, se hace necesario contar con la
mayor seguridad posible en las actividades
que en él se desarrollen, adecuando los
medios y los métodos a los riesgos propios de
la naturaleza, y superando las amenazas que
materialicen otros hombres que pretendan
obtener provecho de nuestros esfuerzos,
o sociedades cuyos intereses nos puedan
competir o contraponer en el intento.
Así, como el control sobre las Líneas de
Comunicación Marítima, -materializadas tanto
por el comercio como por la vinculación con
los medios de extracción y captura de sus
recursos-, han constituido el fin último por lo
que se ha intentado controlarlo; es decir, lo
que se trata es de facilitar la cadena logística.
Además, en los conflictos armados poder
influir en las áreas de interés estratégico
o proyectar el poder militar propio sobre
territorio adversario.
El rol de las Armadas en el control del mar,
implica entre otras cosas asegurar la utilización
de los espacios marítimos, para preservar los
derechos soberanos de las naciones, permitir
la explotación de los recursos, asegurando el
cumplimiento de las leyes nacionales y de los
convenios internacionales vinculados al uso
del mar.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la
imposición de sanciones del tipo económicas,
por parte de organismos internacionales,
se consideró como una opción ventajosa y
preferible a la guerra.
Las Operaciones de Interdicción Marítima
corresponden a la materialización de este tipo
de medidas, con el propósito de presionar a
los involucrados para resolver las disputas,
evitando llegar a un conflicto armado de
proporciones. Ellas se diseñan, en el marco