as diferentes especies de primates, en especial
monos y simios, guardan similitud con el ser humano.
El último ancestro común entre ellos existió hace seis o siete millones de años, fue el homínido llamado Australopithecus, del que provino el Homo habilis. El término "humano, hace referencia a los individuos del género homo. Los cientificos han estimado que las líneas evolutivas, de los seres humanos y los chimpancés se separaron y la estirpe humana siguió evolucionando, generando nuevas especies, todas extintas en la actualidad a excepción del Homo sapiens. La selección natural permitió a los individuos mejor dotados para vivir en el medio, trasmitir a sus generaciones las características que ayudaron a su sobrevivencia, además existen elementos evolutivos que se explican debido a la competencia entre los miembros de una especie, donde sólo los más aptos y fuertes sobreviven. Las ideas que señalan un origen común y el cambio constante no son nuevas, Anaximandro, Empédocles y Lucrecio (de la cultura grecolatina) y Chuang Tzu (de China) esbozaron las primeras ideas sobre la evolución animal. A partir del siglo XVIII se dio entrada a estas ideas y a mediados del siglo XIX se explicaron los mecanismos de la evolución, pero Charles Darwin y Gregor Johann Mendel -quien explicó las leyes de la herencia- consolidaron en 1900 con la teoría moderna de la evolución. Para 1940 Oswald Avery descubrió el ARN y en 1953 Watson y Crick el ADN, abriendo paso a la biología molecular que hoy no sólo ha desifrado el código genético del hombre, también ha comprobando que es diferente al del mono, aun cuando compartimos un gran porcentaje de genes.
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