La batalla por la conquista de Panamá la ganó Henry Morgan por ser mejor estratega que el entonces gobernador de la ciudad Juan Pérez de Guzmán. A pesar de que Morgan y sus hombres venían de una precaria marcha cruzando el istmo del Atlántico al Pacífico, este supo leer el terreno y planificar su estrategia mejor que los propios locales. La caballería de los españoles quedó enterrada en la llanura enfangada por las lluvias de los días previos, lo cual les restó agresividad y efectividad. Por otro lado, los toros bravos que pretendieron usar para arrollar al conjunto pirata quedaron desorientados y asustados por el ruido y terminaron atropellando a la propia infantería española porque Morgan, muy hábilmente dio a los arcabuceros la orden de derribar a los jinetes. Cientos de prisioneros y heridos y 600 muertos fue el saldo de la batalla de Matasnillo para los españoles.