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LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Díaz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com Universidad y Psicoanálisis Psicoanálisis extraterritorial Escribe Santiago Thompson [email protected] L a Facultad de Psicología de la UBA, progresivamente, se ha convertido en la principal usina de producción en psi- coanálisis de nuestro país. Tal fenómeno está sustentado al crecimiento que ha tenido, en los últimos años, el campo de la investigación en la facultad. Crecimiento que tiene su base en financiamiento estatal que ha recibido la UBA a partir de 2004. Las maestrías y doctorados fueron beneficiadas en los últimos años con una inyección de recursos en función de un aceitado sistema de becas ligadas a los proyectos de investiga- ción UBACyT. Las jornadas que anualmente organiza el Insti- tuto de Investigaciones han alcanzado el estatuto de congre- so internacional en la última década. El prestigio de la facul- tad la convierte en un lugar de formación de posgrado elegido por muchos profesionales en Latinoamérica. Los proyectos de investigación que tienen sede en la facultad son lugares fecundos para la producción, y promueven becarios cuyas tesis en muchos casos han devenido libro. Publicaciones notables, como Sinthome de Fabián Schejtman y La libertad en psicoanálisis de Gabriel Lombardi, son tributarias del trabajo de los equipos de investigación. Entre los escritos de los beca- rios están los primeros libros de Pablo Muñoz, Lujan Iuale y quien suscribe. La articulación misma entre psicoanálisis e in- vestigación en el marco de la UBA, fue objeto de investigación –remito aquí al destacado trabajo del equipo dirigido por Cla- ra Azaretto, plasmado en el libro Investigar en Psicoanálisis–. Como el lector adivina, entiendo que el lazo entre colegas que tiene lugar en nuestra facultad responde menos al discur- so universitario, es decir, la reproducción de lo que ya se sabe, de lo que cabría suponer. Tal reproducción es más frecuente en las instituciones de psicoanálisis dominadas por una figura que centraliza las transferencias, fija la agenda de la comunidad y establece los márgenes de lo decible. Mientras que, en la uni- versidad, la sobredeterminación a la que están sujetos los in- vestigadores –cátedra de pertenencia, atravesamientos institu- cionales externos, requerimientos formales, criterios de los ju- rados– da lugar a producciones originales. El número y la ca- lidad de los libros elaborados a partir de tesis de posgrado ha- blan por sí solos. Las instituciones analíticas mejor orientadas hoy aprenden de lo que sucede en la universidad. El lugar ex- traterritorial que tiene el psicoanálisis en una facultad de psi- cología (no de psicoanálisis) se ha convertido en el sitio más propicio para la formalización de la práctica. Las tensiones que producen otros discursos y los atravesamientos institucionales no han devenido obstáculos insalvables, sino que por el con- trario han dado lugar a un esfuerzo de formalización. La oscu- ridad de una enseñanza sostenida en el saber supuesto ha de- jado su lugar a una lógica signada por el saber expuesto. Por eso las producciones surgidas en la UBA circulan: dejan de lado la enunciación oracular, la opacidad lacaniana (sólo tolerable si el que habla es... Lacan) y procuran claridad en la transmi- sión. Lo que entusiasma de la inserción del psicoanálisis en la universidad es su proyección. Mientras algunas instituciones siguen ancladas a un clasicismo acrítico que pone en peligro la 20 | Imago Agenda | N° 204 | Verano 2018 vitalidad del psicoanálisis, la universidad desafía a los analistas para sostener su lugar en un ámbito extraterritorial. El psicoanálisis en la universidad se ramifica, se hace red, con figuras destacadas, pero que no se erigen como líderes ca- rismáticos... sino que son objeto de cuestionamiento constan- te. La república de la UBA, con todas sus imperfecciones, in- ternas políticas, etc., parece ser el mejor lugar para que el psi- coanálisis siga teniendo la oportunidad de dar un paso más. No pienso la universidad como un lugar de bienestar, sino, por el contrario, como un sitio donde el malestar es productivo. No exento de injusticias y desigualdades. Me interesa aquí subra- yar que incluirse dentro del campo de la investigación en la facultad exige del psicoanálisis y los analistas un esfuerzo en la transmisión y la formalización –¡incluso un esfuerzo en los plazos!– que tiene como efecto publicaciones incitantes. Quie- nes tuvimos la posibilidad de trabajar en el marco de un equi- po de investigación, y de transitar las instancias de posgrado, hemos aprendido de metodólogos e investigadores en el campo de la psicología experimental, entre otros. Aportes que airean la comunidad de analistas. Incluso el pasaje por la burocracia universitaria, lejos de achatar las producciones, ha dado lugar a esfuerzos de precisión. Las tesinas de grado constituyen una buena ocasión para el intercambio entre docentes y alumnos, donde se abre la oportunidad de dar lugar a algunas ideas in- novadoras: mientras escribo esto estoy trabajando en la tuto- ría de una tesina dedicada a la expectativa angustiosa en los intercambios por WhatsApp. Es cierto que la burocracia universitaria da lugar a también a “la fábrica de papers” de escaso valor. Las revistas publicadas por el Instituto de Investigaciones, si bien suman más de lo que restan, siguen sin estar a la altura del prestigio de la UBA, por estar más orientadas a brindarles a los investigadores la po- sibilidad de publicar que dirigidas a captar el interés del pú- blico. El resultado es entonces desparejo y no redunda en una edición atractiva en su conjunto, siendo su destino el archivo. Entiendo que nuestra facultad está en condiciones de producir una revista psicoanalítica de excelencia, que esté a la altura de las mejores publicaciones del ámbito académico. La formalización de conceptos: Investigar de acuerdo a los parámetros que imponen los criterios científicos implica forma- lizar la experiencia. El esfuerzo de formalización no es ajeno al psicoanálisis. Por el contrario, es inherente a las producciones de Freud y Lacan. Textos fundadores como La interpretación de los sueños sin ir más lejos, responden al formato de una tesis. Que la experiencia clínica nos confronte con un real que no cesa de no escribirse, no implica que el psicoanálisis sea una práctica inefable e inaprehensible, ni nos releva de la precisión conceptual. Lacan afirma –en la frase que inaugura su escri- to “Subversión del sujeto…”– que “una estructura es constitu- yente de la praxis llamada psicoanálisis”. Estructura que inclu- ye un elemento faltante, que es un conjunto covariable de ele- mentos. Toda su enseñanza está signada por intentos de for- malizar esa estructura: los esquemas, el grafo, los matemas, los discursos, las figuras topológicas, los nudos. La investigación psicoanalítica en el marco de la universidad dio lugar a esfuerzos de formalización y desambiguación dignos de ser destacados. Mientras que algunas publicaciones por fuera de la universidad padecen en ocasiones de una inconsistencia tri-