Ser parte de una sociedad es vital para el ser humano, ya que nos permite desarrollarnos como personas y pertenecer a algo que vale la pena cuidar y cultivar, ya que podemos convivir y compartir nuestros ideas y pensamientos y crear un ambiente de democracia e igualdad. Las familias son pequeñas sociedades donde aprendemos a convivir y comunicarnos con los demas.
Cuando hablamos de sociedad tomamos en cuenta que las personas están unidas, tal vez no por un lazo sanguíneo sino por conexiones morales que se interrelacionan para alcanzar un fin que beneficie a todos.
El lenguaje nos ayuda a que vivamos una integración social, el cual une a las personas y grupos. Si no tenemos lenguaje, nos volvemos extraños. ¿De qué manera podemos encontrar estos elementos en un lugar común? La respuesta es: la educación. No nos referimos exclusivamente a la que se recibe en la escuela, sino a ese aprendizaje progresivo que se da en la vida en el que aprendemos a emplear el lenguaje y de esa manera creamos la cultura y no podemos tener sociedad sin cultura. (Anónimo, Genesis, 2016)
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