Mi primera publicacion Especial Coronavirus - Page 48
SHEILA CARDONA
En mi última clase del jueves, recuerdo que estaba agotada. Además de que ya se estaba acabando la semana, nunca
me ha gustado tener filosofía a última hora y mucho menos cuando se trata de empezar un nuevo autor para la EBAU.
Las dos sesiones anteriores habíamos tenido “hora libre” ya que los compañeros que habían suspendido, habían
tenido que hacer los exámenes de recuperación de matemáticas y economía, por lo que aquellos que habíamos
superado la asignatura en el segundo trimestre (que ahora también parece ser el último), simplemente teníamos que
relajarnos y disfrutar del sol de aquel día. Al ser alumnos de bachillerato, cuando los profes nos ven fuera de clases,
dan por hecho que nos comportaremos bien y que no haremos mucho ruido, pero tengo que admitir que aquel día
jugamos al pase con un balón, al escondite e incluso al “un, dos, tres, caravana es”. Un poco infantil para nuestras
edades, pero hasta Alejandro; el profe de Francés y Caraballo (no creo que haga falta su presentación), se unieron al
juego. Creo que en realidad nosotros sabíamos lo que nos depararía el tan temido coronavirus durante los próximos
meses y simplemente nos dedicamos a aprovechar el tiempo al máximo.
Durante la primera semana las videollamadas entre amigos y familiares prevalecían más que los momentos de
angustia ante tal situación de incertidumbre en la que éramos (y seguimos siendo) los alumnos más afectados.
Algunos profesores ya se habían puesto en contacto con nosotros para comunicarnos su preocupación por nuestro
futuro, pero siempre con una posdata: “no se alteren, ni se pongan nerviosos. Todo saldrá bien y… ¡Quédate en casa!”
A medida que pasaban las semanas y las comparecencias de Pedro Sánchez indicaban la ampliación del periodo de
confinamiento, los alumnos cada vez teníamos (y seguimos teniendo) más deberes para adelantar lo más rápido
posible el temario para la EBAU, que aunque varios ministros indicaran que solamente nos examinaríamos de lo
aprendido hasta marzo, los profesores seguían enviándonos más tareas y trabajos hasta el punto en el que tenemos
casi más cosas que hacer ahora que durante la etapa presencial.
IES TEROR