Mi primera publicacion ENA_2018 | Page 142

142 La escala de trabajo permitió delimitar zonas con alta potencialidad de recarga en las provincias hidrogeo- lógicas: Guajira, Cesar−Ranchería, Sinú San Jacinto, Urabá, Cauca−Patía, Catatumbo, cordillera Oriental, Llanos Orientales, Vaupés−Amazonas y el valle Alto del Magdalena, esto incluye los departamentos del Valle del Cauca, Risaralda, Quindío, Tolima, Huila, Cundinamarca, Boyacá, Arauca, Casanare, Meta, Guaviare, Vichada, Cesar, Córdoba, Sucre, Guajira, Atlántico, Norte de Santander (Ideam, 2015). Zonas de recarga reconocidas que no alcanzan a identificarse a la escala de trabajo se encuentran en la sabana de Bogotá, Antioquia, Boyacá, valle Medio del Magdalena, entre otras. Esta es la razón por la cual las zonas potenciales de recarga identificadas son meramente indicativas y a nivel nacional; a medi- da que se aumente la escala de trabajo, se encontra- ran áreas de recarga al próximo nivel regional. Moderada potencialidad de recarga Las zonas con potencialidad moderada de recarga están asociadas a pendientes levemente inclinadas, coberturas de vegetación de cultivos y áreas hete- rogéneas, intercalaciones de rocas siliciclásticas de grano fino a conglomerático, moderadamente selec- cionadas e inmaduras; depósitos recientes mal se- leccionados y rocas de origen calcáreo. Estas se encuentran distribuidas principalmente en área del piedemonte de la provincia hidrogeológica Caguán−Putumayo, en los departamentos de Arau- ca, Casanare y Meta, en la provincia hidrogeológica de los Llanos Orientales; las provincias de los valles Inferior y Medio del Magdalena, así como en Tuma- co, Chocó, Sinú−San Jacinto y La Guajira. La importancia de estas superficies es que pueden contener en sí áreas o sectores de menor extensión con potencialidad de recarga alta, puesto que, se ca- Estudio Nacional del Agua 2018 lificaron las predominancias de los diferentes atribu- tos. El estudio detallado para las zonas con potencial moderada es importante. Baja potencialidad de recarga En estas zonas encontramos pendientes muy inclina- das (entre 18 o y 40 o ), en las cuales es difícil que el agua se infiltre (a no ser que estén fracturadas), suelos con texturas arcillosas principalmente y cobertura de vegetación de pastos cultivados con vocación gana- dera (con su estructura afectada por sobrepastoreo y compactación que, reduce proceso de infiltración). Así mismo, desde el punto de vista de la geología es- tructural, hay una baja densidad de fracturamiento y la litología se caracteriza por estar conformada por rocas siliciclásticas, predominantemente de grano fino a muy fino, de mala selección y redondez, com- pactadas y cementadas, tipo arcillolitas y limolitas; así como calizas lodosas, detríticas y arrecifales. Es- tas zonas se identificaron en mayor extensión en las provincias hidrogeológicas de los Llanos Orientales, Vaupés−Amazonas, Caguán−Putumayo, cordillera Oriental, Urabá y valle Bajo del Magdalena. Muy baja potencialidad de recarga En estas zonas encontramos superficies caracteri- zadas por una pendiente subvertical a vertical (en las cuales es muy difícil que se presente infiltración aun con alto grado de fracturamiento de las unida- des geológicas), cobertura correspondiente a áreas artificializadas (como por ejemplo áreas urbanas) y suelos de textura muy fina. La litología corresponde a rocas ígneas intrusivas y metamórficas, cuya es- tructura cristalina es impermeable, lo que en prin- cipio impide el almacenamiento o tránsito del agua percolada proveniente de la superficie. Sin embargo, estas rocas pueden tener porosidad secundaria por fracturas interconectadas, debido a los diferentes sistemas de fallas que afectan estas formaciones. Las