En el siglo XVII, se estableció la dinastía Qing en China, creadora de este tipo de vestimenta china que era utilizada tanto por hombres como por mujeres. Sorprendentemente, esta prenda de ropa era fácil de elaborar, ya que simplemente estaba compuesta de una pieza de seda adornada con un cordón tanto en el cuello como en las mangas del vestido.
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