Mi primera publicacion CITROBAIRES 58 | Page 33

www.citroclub.com.ar I maginemos que estamos en la Fran- cia de los primeros años de la dé- cada del 50 y que entramos a una concesionaria Citroën para comprar un nuevo auto. El vendedor nos podría ofrecer al espartano 2cv o algunas de las últimas versiones existentes del Traction Avant, que ya en breve, será reemplazado por el moderno DS. La Dirección de Citroën sabía que ese vacío en la gama se debía llenar con un modelo más evolucionado que el 2cv, pero más barato que el Trac- tion Avant o el futuro DS. Así es que en 1953 el lápiz del creativo André Le- fèbvre comienza a trazar las líneas de un nuevo vehículo capaz de completar este segmento. Los denominados prototipos C de Citroën serán diseñados y construidos entre 1953 y 1956, en un proyecto con una clara inspiración aeronáutica, en donde se destacaba una carrocería li- gera con la forma aerodinámica de la gota de agua. C1-El primer prototipo. Originalmente la idea que tenía An- dré Lefèbvre era la de hacer un “súper 2CV”, manteniendo las virtudes bási- ca del 2cv, como por ejemplo su bajo consumo, las cuatro plazas interiores, el alojamiento para equipaje y además, utilizando la misma planta motriz, po- der rodar a más de 100 km/h. Al mismo tiempo, era una buena oportunidad para ensayar algunas in- novaciones técnicas como una mayor concentración de peso sobre el eje de- lantero o lograr la forma aerodinámica de la gota de agua, trabajando sobre una carrocería muy ligera y compacta, construida en aluminio. Esta forma en gota de agua le daría al vehículo el sobrenombre de “Cocci- nelle”, pero fundamentalmente deter- minaría también una diferencia entre las vías delanteras y traseras de los trenes rodantes, siendo la posterior la más estrecha. El primer prototipo se llamó C1 y bajo Vista esquemática. los dibujos a lápiz de A. Lefèbvre, los Sres. Leonzi y Laurain realizarían los primeros trabajos del diseño de una carrocería inspirada en la forma de la gota de agua que cae. Los ingenieros de Quai de Javel -que a pesar de no ser estilistas- se plantea- ron hacer una carrocería armoniosa y que se viera bien desde todos sus ángulos. Por lo tanto y sin una compu- tadora, calcularon la forma y determi- naron la sección maestra de acuerdo con una fórmula matemática. Eligieron una curva principal y la complementa- ron con curvas auxiliares determinadas por una tabla de logaritmos. Este mé- todo matemático servía también como base para el cálculo de otras carroce- rías. Para darle la forma de gota, toda la cristalería seria construida en plexiglás (un material muy utilizado en aeronáuti- ca y que haría su debut en la industria automotriz, al ser colocada masiva- mente en las lunetas de los Citroën DS e ID). Este novedoso material poseía la ventaja de pesar menos que el vidrio, pero tenía como contra que se podía rayar más fácilmente, por ejemplo al utilizar un limpiaparabrisas convencio- nal. Pero este inconveniente se resolve- ría sencillamente, ya que la cuidadosa aerodinámica de la carrocería impedía que se alojaran gotas de lluvia o nieve sobre la cabina, haciendo innecesario la utilización de este accesorio. Lefèbvre probó en hacer una única gran puerta lateral levadiza (con la for- ma de las alas de mariposa), la cual pivoteaba sobre una bisagra central ubicada en el medio de la carrocería. De esta forma, el conjunto -semite- cho, puerta y ventana- seria todo una sola pieza, abarcando el total acceso a las plazas delanteras y traseras, lo- grando una estética perfecta. Lamen- tablemente los paneles eran demasia- do grandes y frágiles, pero por sobre todo, eran demasiado costosos para producir. En el interior del C1, se destacaban sus asientos súper livianos, donde una 33