Mi primera publicacion Catálogo de Pensar coas mans | Page 62
MATERIALES Y TÉCNICAS
En Galicia, la materia prima principal de la cestería es la madera de las
diferentes especies arbóreas. Existen dos maneras de trabajar la madera: la
cestería de vergas (listones o láminas) o de madeira rachada (madera lami-
nada), y la cestería de varas o de corres (vara fina, normalmente de mimbre).
La cestería de madeira rachada o de vergas emplea, entre otros,
los troncos de roble (Quercus robur), castaño (Castanea sativa), sauce (Salix
alba), fresno (Fraxinus sp.), abedul (Betula sp.) o cerezo (Prunus avium) par-
tidos en unas delgadas láminas, las vergas, suficientemente flexibles para
poder tejerlas entre sí. Estas vergas se entrecruzan formando un tejido en
forma de tablero de ajedrez en el que unas actúan de urdimbre y otras de
trama.
Las formas de los cestos de vergas son muy variadas: los hay de
paredes muy bajas, como las patelas, hasta cestos de más de un metro de
alto, como los cestos carrá (cuévanos). Los hay cuadrados y rectangulares,
con un asa en aro o con dos laterales, e incluso sin asa; estas pueden con-
sistir en un sencillo recorte bajo el borde del cesto o bien haberse añadido a
la hora de tejerlas.
Las ramas más delgadas y flexibles de las especies arbóreas
antes mencionadas también se utilizan en la cestería de varas o corres. Pero
en esta técnica la materia prima principal es el mimbre (Salix viminalis),
arbusto de ramas muy flexibles que se cultiva cerca de las casas y en los
prados.
La principal característica de la cestería de corres gallega es que
los cestos, al igual que en la cestería de vergas, son de fondo cuadrangular
confeccionado con un tejido en perpendicular, entrelazando las varas de la
urdimbre con las de la trama, como si se tratara de un tejido liso hecho en
el telar. Esta es una singularidad de nuestra cestería, porque normalmente
los cestos de corres son de fondo redondo, hecho con unas varas dispuestas
en aspa sobre las que se teje con otras varas en espiral. Esta forma de tejer
los cestos es propia de la cestería fina, de las banastas y canastas de uso
doméstico que salen de los talleres urbanos y de las manos de las canaste-
ras gitanas que recorrían las aldeas vendiendo sus cestas.
Una manera peculiar de hacer los cestos de varas, que aparece
documentada en O Barbanza y en la ría de Muros y Noia, es la de empezar
el cesto por la boca. Para esta técnica se emplean unas varas gruesas o
patrones que se clavan directamente en el suelo o en una especie de mesa
con una serie de orificios formando círculos concéntricos [FIG. 1] . Estos patro-
nes van a ser la urdimbre del cesto y sobre ellos se va tejiendo con varas
más delgadas y flexibles hasta completar las paredes; finalmente, se doblan
los patrones y se entrecruzan con otras varas en un tejido perpendicular
para finalizar el fondo del cesto.
En la cestería de corres, el mimbre se puede emplear con la
corteza o pelado, en su color natural, o también teñido con el tanino de
la propia cáscara tras haberlo hervido. Normalmente, las varas se utilizan