Mi primera publicacion Catálogo de Pensar coas mans | Page 526

• • • • • • • • • • superior de las vasijas. En los recipientes antiguos la decoración más característica son las líneas incisas y los tipos de borde u ‘oreja’. Se recogen en esta zona recipientes con denominaciones como ‘almufía’ o ‘alcuza’, fruto del contacto árabe. Olla de medida. Ollas principalmente utilizadas para el vino. La ola, unidad de medida del vino en varias zonas alfareras, es de forma esferoidal. Por ejemplo ola primeira de Loñoá corresponde a las pri- meras ollas, a las más grandes, con capacidad entre 11 y 18 litros. Cada comarca o zona alfarera marca la cantidad que puede llevar su olla de medida, normalmente 16 o 18 litros de máximo. Porcelana. Material o técnica cerámica, artesanal o industrial, que tiene como principal componente el caolín, que se extrae del mineral caolita. Portomourisco. En los montes de O Bolo se encuentra esta pequeña localidad orensana. La alfarería era una actividad practicada por mujeres en alto porcentaje y también se caracteriza por usar el torno bajo. Destacan las grandes piezas como cántaros de medida, especialmente para el vino, para el transporte y otros usos. Las decoraciones solían usar cordones, también para refuerzo. Pota, pota do caldo, pota almorceira. Variedades de recipiente, normalmente con tapa, para calentar y transportar la comida. Se usaban para llevarles la comida a los jornaleros o trabajadores del campo. Penzoneira. Curiosos recipientes también denomi- nados ‘sacaleches’. Pucheira. Las pucheiras son recipientes ovoides, con o sin asa, que en algunas aldeas alfareras se clasifican en medidas: pucheira de cinco, de capacidad entre 6 y 7 litros, pucheira de seis, entre 4 y 5 litros, y pucheira de siete, entre 2 y 3 litros. Se utilizaban para guardar el pingo o grasa del cerdo; también para cocinar, para transportar agua o llevar el caldo a los trabajadores. Puchero. De menor capacidad que la pucheira, nor- malmente se utilizan para guardar líquidos. Destaca el puchero de vinagre de Portomourisco. Rubiana. Localidad situada en la comarca de Valdeorras, en la ruta de los arrieros del Bierzo. Recipientes de escasa decoración, líneas incisas, ondulaciones o punteados. Samos. Conocidos como «pueblos de la loza», destaca la existencia de alguna mujer alfarera trabajando en el torno alto. Se nutren de los tipos de Gundivós y Terra Chá, con un tipo de barro medio, más amarillento. Las grandes ámboas de Samos son parecidas a las de Gundivós o Portomourisco, tanto en la forma de elaboración como en los cordones concéntricos decorativos. Recipientes que hallaban su venta en las ferias de la comarca. Santomé. Entre la Baixa Limia y el Val de Arnoia. Destaca en Santomé la presencia de mujeres • A Guarda. La influencia de los alfareros de Barcelos resulta clara por la cercanía de esta localidad con Portugal. En A Guarda se fundó una industria cerá- mica, una telleira, de tradición popular y con amplia presencia de ceramistas portugueses. De telleira, pasó a denominarse Fábrica de Cerámica Artística El Progreso. Allí, además de vajillas industriales, se producía un barro ordinario para venta local y comarcal. Estos recipientes adquieren una gran riqueza decorativa con lechada de barro blanco, con dibujos esquemáticos, de referencia vegetal, punteados, hojas, aspas y rayas. • Gundivós. Gundivós, localidad de Sober, en Lugo, conocida en la primera mitad del siglo xx como tierra de cacharreros. Se caracteriza en cuanto al oficio por ser indistintamente practicado por hom- bres y mujeres, con el uso del torno bajo, más fácil de transportar. El barro se extraía mediante pozos. Los cacharros se distinguen por llevar borde u ‘oreja’, con motivos decorativos de cordones y líneas incisas. Muchos recipientes llevaban en la base las iniciales de los alfareros y alfareras. Se distinguen claramente los grandes recipientes (ámboas, ollas, barreñones…) y pequeños (pucheros, cazuelas y los característicos jarros). • Loñoá das Olas. Aldea situada en el Val do Loña, en el curso del Miño. Su topónimo marca su dedi- cación. Tierra campesina rica en barro, tuvo que recurrir a esta actividad para sobrellevar la difícil situación económica de sus habitantes. El barro se extraía a 8 o 9 metros. Nace como una alfarería sin adornos, muy austera y básica. Poco a poco se introducen cordones o incisiones. Grandes cántaros u ollas de medida o billón, son características de Loñoá das Olas. La venta de los cacharros era llevada a cabo por las mujeres, las denominadas regateiras. • Mondoñedo. Esta alfarería se halla actualmente desaparecida. Los artesanos del barro se agrupaban en varios barrios de la localidad. Se distinguen dos tipos de barro: el negro u oscuro y el blanco. Es característica una decoración bicromática concén- trica con pintura blanca; también el uso del vidriado, aunque a veces, por motivos económicos, no en toda la superficie. Son características piezas como los potes y ollas para el caldo, cacheleiros, pucheiras do pingo o nateras. • Natera. Recipiente con tapa para la nata de la leche. Se utilizaba para batir la leche y separar la manteca del suero. • Niñodaguía. Alfarería de gran tradición en esta localidad de Xunqueira de Espadañedo. La extrac- ción del barro se hacía en un terreo comunal, con pozos de acceso escalonado. Se caracteriza por un barro de color medio. El vidriado se practica desde muy antiguo y es habitual que cubra el tercio