Mi primera publicacion Catálogo de Pensar coas mans | Page 408
colectividad
los sedimentos de la experiencia vital, algo que transmite a sus superficies
irregulares, curvas, manipuladas para ser luego abandonadas.
Miguel Vázquez pertenece también a esa segunda generación de
artistas cerámicos que inician un recorrido formativo y vital de conexiones
exteriores e influjos diversos: desde Sargadelos, pasando por la escuela La
Bisbal de Girona, al propio ecwc en el año 1993. A comienzos del nuevo
siglo fue nombrado miembro de la Academia Internacional de Cerámica de
Suiza. Más allá de encuentros y distanciamientos con lo orgánico en su evo-
lución, el interés arquitectónico, espacial, está constantemente presente en
las series de este artista. La obra de la serie Viricos, que se puede observar
en la muestra, parte de ese concepto de interacción espacial y utiliza diver-
sos materiales como el plástico, la madera o el alambre11. Es por ello que la
hibridación de materiales, después de un hondo conocimiento matérico, va a
distinguir su obra de los últimos periodos.
Dentro de esta segunda generación, Caxigueiro es un artista
muy personal con una obra en la que se mezcla la poesía, la denuncia ante
temas como la ecología, la guerra, la construcción masiva y la especula-
ción inmobilaria… Sus obras no encierran solo una poética, sino que envían
un mensaje al espectador12 en sintonía con su tono denunciante ante los
peligros que genera la sociedad. Su formación y primeros trabajos en la
Fábrica de Sargadelos fueron determinantes, sin duda, para acercarse al
material cerámico como vehículo expresivo. La experimentación con los
formatos y la mezcla del gres o del barro con materiales como el hierro o el
hormigón caracteriza obras como la exhibida, de la serie O rapto da paisaxe.
Aquí Caxigueiro subraya el descontrol y la especulación urbanística de las
décadas anteriores, aludiendo tanto a la concentración como a la dispersión
constructiva sin control, ni planificación.
Suso Dobao representa ese puente entre el contexto de Toubes y
los nuevos artistas cerámicos; su formación y trayectoria a lo largo del terri-
torio nacional e internacional permiten esa apertura de miradas, técnicas y
experimentaciones. Las referencias al paisaje industrial, que arrancan de su
infancia, así como el interés por la arquitectura, lo estructural y el diálogo
espacial son constantes en sus obras. Existen también en sus piezas refe-
rencias orgánicas, de juego matérico y técnico, que aúnan humor y organici-
dad en la instalación Tetas de pan que se exhibe en la muestra. Cada «bola»
experimentó un crecimiento, una ruptura y grietas, propias del pan y a la vez
del pecho que amamanta. Es consciente de cómo tensionar y manipular la
materia para conseguir los efectos de simulación natural que no pretende
solamente una mera imitación.
En ese universo del juego, de referencias narrativas, pero de poso
surrealista, están la obra de Iván Prieto y de Verónica Pérez: galería de perso-
najes grotescos, más cerca de un freak show en el caso del primero, y refe-
rencias simbolistas y surrealistas, alegóricas de la infancia a través de unos
juguetes a veces truncados, a veces caídos, que nos llevan a ese territorio de
la memoria fracturada.