Mi primera publicacion Catálogo de Pensar coas mans | Page 150
alfarería
Hasta ese momento, existía un gran desconocimiento de este oficio, pues
estaba considerado un elemento cultural perteneciente a un sector con
poca proyección económica y social, cuyos objetos se conocían en su mayor
parte por los usos funcionales, propios de un colectivo en retroceso. La
inexistencia de estudios que abarcaran todo el territorio suscitó a inicios de
la década de los 70 el interés de varios investigadores, quienes, conscientes
de encontrarse ante un oficio en vías de extinción y de transformación, se
lanzaron a recorrer Galicia con el fin de recoger toda la información posible
en un intento de salvaguardar y proteger la memoria de esa artesanía [FIG. 1] .
Estos estudios tienen en Xaquín Lorenzo, Xocas, y en su obra
publicada en 1962, «Etnografía. Cultural Material, tomo II de la Historia de
Galiza», el antecedente intelectual y el referente para los estudios etnográfi-
cos posteriores realizados en Galicia. El ingente trabajo de campo realizado
por Xocas, que incluía la recogida e interpretación de datos, la realización
de dibujos y fotografías, lo convirtió en el etnógrafo casi perfecto.7
Don Xaquín, discípulo, colaborador y heredero de Ramón Otero
Pedrayo, Vicente Risco y Cuevillas8, se va a convertir en el hilo verte-
brador entre la Xeración Nós y la del Seminario de Estudos Galegos, y
será el padre, junto con Antonio Fraguas, de lo que podíamos denomi-
nar «Generación del Museo do Pobo Galego», pues con la creación de
este último se entronca con la tradición del Seminario9 y con el Museo
Etnográfico que pertenecía a esta Institución.
En el año 1932 Xaquín Lorenzo fue nombrado director de dicho
Museo Etnográfico, que estaba situado en el Pazo de Fonseca y entre cuyas
colecciones se encontraban piezas de las alfarerías de Buño y Niñodaguia.10
La Guerra Civil truncará este proyecto con la desaparición de muchos de
sus fondos y de la ilusión de Xocas de contar con un museo etnográfico…
hasta 1976, fecha en la que es elegido presidente del patronato del recién
creado Museo do Pobo Galego.
Serán personas que forman parte de esta generación do Museo
do Pobo Galego las que, siguiendo la estela de Don Xaquín, lleven a cabo
una labor de investigación en el campo de la alfarería. En primer lugar, el
profesor José Manuel Vázquez Varela, quien, entre 1970 y 1973, realizó un
magnífico estudio de campo, cuyo resultado fue su tesis doctoral, titulada
Algunos aspectos de la cerámica popular de Galicia, la primera sobre etno-
logía leída en Galicia y pionera en el enfoque etnoarqueológico11. El trabajo
comprende un recorrido por 13 centros alfareros y realiza una comparación
con otros centros de la península ibérica y de Europa. Gracias a su estudio,
conoceremos de primera mano la temprana desaparición de las aldeas
oleiras del sudeste gallego, donde se trabajaba en torno bajo, y la agoni-
zante realidad de Bamio, Gundivós, Tioira o Loñoá das Olas, donde, en el
momento de realizar su estudio, ya no permanecía ningún oleiro en activo,
o los lugares donde solo quedaba un oleiro, como Bonxe o Mondoñedo. El
estudio nos permite conocer los cambios técnicos que se estaban desa-
rrollando en Buño y Niñodaguia, que lograron sobrevivir a la crisis, y cómo