Mi primera publicacion ANALES 2018 FINAL FINAL p | Page 414

414 V olumen 55 (2018) (quiero decirlo a Vmd con el Doctor Piguillem) es hijo de su benignidad, e ino- cencia, tan uniforme en todos tiempos, que no el de la dentición, ni el excesivo calor del estío, ni la escarcha del invierno, ni la preparación de los vacunados, son inconvenientes para la vacunación, como Vmd piensa, La razón se obstina a esta persuasión, y a Vmd le dicta la prudencia lo con- trario, pero a los Vacunadores prácticos los hechos constantes y uniformes en diversos climas les enseñan lo que yo digo. Créame Vmd señor Imparcial: el lenguage de la observación atenta, y el de los hechos, es el de la verdad. Entre mis 500 vacunados ha habido 7 ú 8 a quienes les han salido muelas y dientes en el tiempo de su Vacuna, sin ninguna novedad. La mayor parte se han inoculado en un invierno muy ageno a este templado y delicioso clima, con la misma felicidad han salido muchos otros en los excesivos calores del verano, como puede Vmd leerlo en el librito del Doctor Colon, con el primer informe de la Comisión central de París, y los demás que hay escritos en este ramo. De las dos advertencias del escrito de Tarragona, que están en la pág. 27 la una expresamente encarga, que el inoculando no deba cambiar de régimen, ni las amas de leche guardar dieta. Yo confieso a Vmd con sinceridad, que a ningún niño he preparado, y he advertido en algunos, que su organización física se ha mejorado después de la Vacuna. Una niña, a quien se le complicó la expulsión de sarna, cuyos granos vistie- ron el carácter de una Vacuna, con su depresión central, que me sorprendieron al principio, creyendo que la Vacuna sería una afección universal, se limpió de su expulsión, secándose sin llegar a supurarse ningún grano, y mejorando, a propor- ción que lo hacía la Vacuna, sin darla ningún remedio. ¿Acaso el virus vacuno recorrió todos los puntos de la máquina de esta chi- ca, y castrando la acrimonia o el estímulo sarnoso, la hizo contraer su semejanza? ¿O pudo hacerlo sin menearse el brazo de la niña, encerrado en su granito? Mi íntimo amigo el Doctor Don Francisco Llansol [el subrayado es nuestro] me contó, que un niño que tenía lamparones, se había puesto mejor después de la Vacuna. Creo que estos hechos deberán alentar a Vmd a salir del estado imparcial en que se halla, la vacunación es proclamada en casi toda Europa, y ensalzada por sus Gobiernos, todos corren a ella, desde las Personas de sangre Real, hasta la plebe. Los que por emulación o por falta de examen han esparcido calumnias contra esta divina invención, reconocidos piensan ya de un modo enteramente opuesto. Las reflexiones que habrá Vmd leído en los Diarios de Madrid, en los Sema- narios de Agricultura, y otros Papeles, aunque hijas de un buen celo, podían haber detenido a algunos de ir gustosos a vacunarse (lo mismo que las de Vmd) pero ya han caído enteramente, sirviendo para mayor triunfo de la Vacuna, y declarando