Mi manual del bebé Octava edición | Page 128

Desarrollo / Meses 4-5

Juegos y estimulación 4-7 meses

Mes 4
Boca abajo el bebé, agite objetos al frente hasta que levante la cabeza y los hombros; muévalos de lado a lado para que los siga con la mirada.
Retire el objeto que agarra y deje que lo alcance. Aplauda sus logros. Ponga objetos sonoros en sus manos y muévalos.
Mes 5
Sujete un pañuelo de colores vivos delante. Muévalo lentamente mientras le habla sobre los colores del pañuelo y llévelo hacia otro lado.
Demuéstrele con caricias que a usted le encanta su cuerpecito. Abrácele algo fuerte y luego más suave para que le llegue la información a nivel muscular.
Repita los sonidos que emite, háblele y cántele con frecuencia.
Acueste el bebé boca arriba, sujétele las manos y levántelo lentamente hasta quedar sentado. Regréselo a su posición inicial.
Sujétele por las piernas cuando esté boca abajo, anímele para que alcance un juguete. Estimúlelo para que empiece a voltearse de boca abajo a boca arriba. Léale cuentos, muéstrele imágenes de colores. Sonría y háblele cuando le alimente. Ponga obstáculos en su camino y observe cómo resuelve la situación. Escóndase del bebé y llámele; cuando ubique de dónde viene su voz, aparezca. Incentive el uso de monosílabos como ma, pa, gu, te, ne.
Mes 6
Con el bebé boca arriba, sujete sus manos e incorpórelo hasta que se ponga de pie completamente.
Sujétele por debajo de los brazos agarrando su pecho, deje que la punta de los pies toquen el piso, muévalo adelante y atrás.
Permita que tome la comida con la mano para que sienta la textura.
Con el niño desnudo frente al espejo, nombre las partes del cuerpo.
Siéntelo con apoyo, cántele canciones, rimas y versos, léale cuentos.
Mes 7
Boca abajo el bebé, empújele suavemente para que intente gatear.
Siéntese a jugar con su hijo, pídale que le pase objetos, diciéndole los nombres correctos.
Ponga música y siga el ritmo con las palmas. Mírele a la cara.
Siéntelo sobre tapetes con diferentes colores y texturas.
Ofrézcale bloques o fichas para que los apile. Tenga cuidado de que sean de un tamaño que no le permita introducirlos en su boca.
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