Mi libro mi vida en la prensa escrita | Page 81

Página 81 de 102 La manera tajante y sin rodeos con la cual habla el candidato y se refiere a los latinoamericanos, especialmente hacia los mexicanos y centroamericanos, causa animadversión y sentimientos negativos. En el istmo muchas personas se sienten aludidas y ofendidas, como ha sido la constante desde que comenzó la campaña por la nominación hacia la Casa Blanca. Desde el punto de vista político, en los centros del poder de las naciones centroamericanas, el concepto no es muy diferente del que tienen los pobladores; es decir, están a la expectativa de lo que pudiera hacer el magnate en el caso de que logre ser el presidente estadounidense. ¿Se verían afectadas las relaciones multilaterales? ¿La región sería sitio de influencia china o rusa, debido al descontento hacia Trump? ¿Habría abandono del nuevo gobierno de la Casa Blanca, a las políticas contra el narcotráfico que se han implementado en América Central a lo largo de las últimas décadas? Y… debido a ese posible distanciamiento, ¿Caería el istmo en mayor pobreza al descender el comercio con los Estados Unidos, al marcharse las fábricas norteamericanas de estos países y al no contar con la cooperación técnica y económica que, desde siempre, ha venido desde esa gran potencia? Es evidente entonces que los políticos de esta zona no se sienten seguros ante un eventual triunfo del millonario en las elecciones generales en USA. Para citar solamente un caso, finalizando el 2015, un juez de inmigración ordenó el arresto y deportación de miles de centroamericanos que estaban de manera ilegal en esa nación. Fue cuando el magnate escribió en la red social Twitter, “¡Wow, gracias a la presión que puse, comenzarán las expulsiones a gran escala! ¡Ya era hora!” Manifestó sin ningún rodeo. Ello, es para que nos formemos una idea de lo que sobrevendría si llegara a Washington. Sin embargo, ese es el pensamiento y sentimiento de una enorme cantidad de centroamericanos, en especial de quienes tienen familiares en los Estados Unidos o pensaban emigrar en los próximos años. Porque hay otros que aplauden la manera de ser del millonario y están de acuerdo con un eventual triunfo en las elecciones. Consideran que los estadounidenses necesitan a un hombre fuerte en la Casa Blanca, que sea capaz de devolver el poderío reconocido internacionalmente y que ha venido a menos durante las últimas dos administraciones de Obama. Fuere como fuere, Donald Trump es el tema de conversación y polémica en América Central, desatando pasiones, esperanzas, sueños y temor… mucho temor. Porque, ciertamente, el istmo depende en un 100 por ciento de los Estados Unidos, y no solo por la masiva inmigración, sino por los convenios actuales e históricos que han fortalecido los lazos multilaterales. Es por eso que Trump se asemeja a las decenas de volcanes que tenemos aquí: violento, impredecible, atemorizante e imparable. A lo mejor… nos equivocamos y sea un excelente mandatario. ¿Quién lo sabe? Porque todo puede suceder.