Mi libro mi vida en la prensa escrita | Page 79

Página 79 de 102 En segundo término, un libro recién publicado por el ex agente del servicio secreto de la Casa Blanca, Gary Byrne, quien lo tituló, “A White House Secret Service Officer discloses his firsthand experience with Hillary, Bill, and how they operate”, desnuda sin eufemismos el comportamiento de la ex Primera Dama en relación con su esposo y los sirvientes que trabajaban junto a ellos. “Era errática, incontrolable y en ocasiones violenta”, describe en uno de sus párrafos más importantes el autor. “Todo lo que vi en los años 90 (en la Casa Blanca), me volvió loco”. Agrega. “Le gritaba constantemente obscenidades a su marido (el Presidente de los Estados Unidos), al personal del Servicio Secreto (…), y los agentes, incluso, consideraron la posibilidad de proteger a Bill Clinton de su mujer, físicamente.” Detalla Byrne y prosigue su narrativa, “recuerdo que un día los Clinton tuvieron un encuentro violento justo antes de un discurso presidencial de Bill Clinton. En otra ocasión vi al entonces mandatario con un ojo morado después de una pelea con Hillary. La candidata del partido Demócrata sencillamente carece de integridad y el temperamento para ser presidenta; incluso trató de expulsarme a mí del Servicio Secreto de la Casa Blanca. En el fondo de mi alma sé que lo que digo es cierto; y el intento de Hillary de convertirse en presidenta me ha abierto los ojos para decir que su estilo de liderazgo –volcánico, impulsivo, activado por aduladores y desdeñoso con las normas establecidas para todos los demás-, no ha cambiado nada.” Asevera el mismo autor. Y las descripciones de más episodios continúan a lo largo del libro; aunque, en todo caso, los simpatizantes de Mrs. Clinton podrían pensar que se trata de una publicación pagada por Trump para desprestigiar a su adversaria política. No obstante, mucho antes de que se hablara algo de estas primarias, varios ex empleados de la sede del gobierno estadounidense en Washington, habían publicado otro volumen en el que describían a los distintos matrimonios que pasaron en calidad de inquilinos de esa sede. “Si los muros de la Casa Blanca pudieran hablar, qué no contarían”, dice una expresión primera del texto. De esa manera, cuentan y analizan el comportamiento de cada presidente y sus esposas con suficiente conocimiento de causa, hasta llegar al tema de los Clinton. Y esto es lo que cuentan de los Clinton, en especial de ella, “Bill y Hillary rozaban la paranoia y no confiaban en los empleados. La pareja ordenó rehacer el servicio telefónico de la Casa Blanca para evitar intermediarios y operadores (…). El escándalo de Mónica Lewinsky desde luego no ayudó a que en la Casa Blanca reinara la paz (...). (En una oportunidad) Hillary pegó tan fuerte con un libro a Bill que la cama se llenó de sangre y el presidente necesitó puntos de sutura. Aquellos días tuvieron también un impacto en el servicio, que soportaba los arranques de mal genio de la Primera Dama y las palabras malsonantes que se pronunciaba el matrimonio o los prolongados silencios a los que se condenaba la pareja.” Señala uno de los autores. Es así como poco a poco vamos construyendo un cuadro casi perfecto del carácter de esta mujer que hoy aspira a gobernar a la mayor potencia mundial. Supondría algo así como darle un revólver cargado a un demente impulsivo y compulsivo. No sabemos qué será de él y sus acciones. Pues lo mismo sucedería con Mrs. Clinton si ganara las elecciones presidenciales y llegara a Washington nuevamente, pero en un papel más importante y riesgoso… el de mandataria no solo de los Estados Unidos, sino del mundo entero, porque eso es lo que significa sentarse delante del escritorio de la Oficina Oval.