Mi libro mi vida en la prensa escrita | Page 63

Página 63 de 102 ¡No Tomen Prisioneros! ¡Bueno! Los hombres de Bagdad, de Irak entero, les deben una buena imagen al mundo después de haber incurrido en actos de extrema cobardía militar. Primero, en la Guerra del Golfo era común y sorprendente ver la forma como los soldados iraquíes tiraban sus modernas armas soviéticas, se hincaban ante los Aliados, juntaban las manos en señal de súplica y se dejaban llevar mansamente al cautiverio. Segundo, el abandono de la ciudad de Mosul de cientos de militares iraquíes ante la llegada de un reducido número de criminales del Estado Islámico (EI), ha sido otro de los actos cobardes de estos individuos que no han tenido los suficientes "cojones” para defender a su patria ni los valores espirituales de su presente y su pasado. A raíz de esa cobardía última, quedaron, nada menos, en manos de los yihadistas, vehículos blindados, misiles tierra-tierra, fusilería automática y una enorme y variada cantidad de armas que los estadounidenses habían entregado al gobierno de Bagdad para que se defendiera en el futuro de sus enemigos. Es decir, Mosul era el arsenal del ejército iraquí donde estaba el grosor del potencial bélico del gobierno. Con esos pertrechos de guerra, el Estado Islámico se hizo prácticamente invencible, se armó hasta "los dientes”… Hoy, los mismos iraquíes que han huido una y otra vez, están demostrando estar hechos de "otra materia” y se han lanzado a la ciudad de Tikrit con verdadero arrojo y valor. Parece que les hubiesen inyectado "una droga” extraña, pero son otros soldados, muy diferentes a lo que les hemos visto en el pasado reciente. También hemos observado gran cantidad de pequeños buses atestados de gentes, carros particulares corrientes, motocicletas y hasta personas a pie, todos iraquíes, gentes del pueblo comunes y corrientes, que se han dirigido a las afueras de Tikrit, porque quieren despedazar con sus propias manos a los asesinos del EI. Ahora son estos criminales los que salen de entre las ruinas de la bombardeada ciudad, con las manos en alto, rendidos cobardemente después de que cortaran cabezas, quemaran a personas vivas y despeñaran desde altos edificios a homosexuales. Esa es la verdad de los yihadistas del Estado Islámico, una cantidad de cobardes que ante la primera refriega de un ejército formal, caen como lo que realmente son: cucarachas que balbucean palabras ridículas dirigidas a Aláh una vez que han matado a alguien indefenso. Pero lo cierto es que los soldados iraquíes, con el apoyo de los civiles valientes que se les unen en grandes grupos y de las milicias chiítas, están acabando con el ISIS que sólo atina a dejar en las azoteas a francotiradores que caen con una facilidad pasmosa ante el avance de las tropas libertadoras; también dejan el suelo sembrado de minas antipersonales y lanzan a los famosos suicidas en autos, una característica muy común en estos enloquecidos y enfermos tipos del Estado Islámico. Cuando redacto este artículo, los cables noticiosos indican que más del 70 por ciento de Tikrit está en manos del ejército iraquí. Una noticia que nos invita a brindar con el mejor champagne que encontremos. Luego, según los planes de Bagdad, una vez que haya caído Tikrit, el objetivo será Mosul, el arsenal de Irak, según hemos explicado anteriormente.