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Grecia, Espejo de América Central
AMÉRICA CENTRAL-La crisis económica del país europeo que ha acaparado las portadas
de los principales diarios alrededor del mundo y ha dejado correr “ríos de tinta” en las
crónicas, resulta ser un ejemplo de enormes dimensiones, no solamente para las naciones
que conforman la llamada Zona Euro, sino para la totalidad de ellas en el planeta. Y de los
rincones de la Tierra, América Latina, y en específico América Central, es el sitio
geográfico más proclive a caer en una crisis socio-económica parecida.
De hecho, habría que hacer un estudio a consciencia para conocer desde cuándo el
istmo centroamericano ha estado sumido en un “fangal” como lo están los griegos hoy día.
¿Y si América Central está sumida en una problemática financiera de ese calibre, porqué no
ha sucumbido? Bueno, la respuesta cae por su propio peso: honduras y Nicaragua, son dos
ejemplos de quiebra absoluta, por ello es la inmensa pobreza que muestran y la altísima
inmigración de importantes cantidades de gentes de sus pueblos hacia los Estados Unidos,
los primeros; y hacia Costa Rica, los segundos. El resto de naciones han podido flotar y
reflotar, gracias a la ayuda norteamericana en millones de dólares que son enviados desde
Washington a esta región y en el caso de los salvadoreños, por las remesas que envían
quienes se han marchado hacia la potencia del norte. Pero llamemos las cosas por su
nombre; es decir, sin la ayuda de liquidez que destina la Casa Blanca a América Central,
desde hace muchos años atrás se hubiese estado en la peor de las ruinas económicas con los
agravantes sociales que resultaren de ello.
El caso de Grecia es el ejemplo de los pésimos gobiernos que han manejado a su
antojo las finanzas públicas; a saber, despilfarro del dinero del Tesoro Nacional, robo
mediante la impresionante corrupción, empréstitos adquiridos con la Banca internacional,
especialmente con el Banco europeo y con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se
han convertido en impagables por su abultado crecimiento. En estos momentos, Grecia ha
llegado a un punto de inflexión en el que debe “pagar o pagar” sus deudas. No tiene
alternativa. Tal es la situación para los griegos que se decanta en el llamado “corralito” en
el que la economía queda supeditada al cierre de los Bancos para que no haya retiro de
efectivo y no se fugue el capital hacia el exterior. Cada griego puede sacar solamente 60
euros diarios, incluyendo los pensionados y profesionales a quienes les depositan sus
salarios vía bancaria. De hecho, los casos de indigencia, de hombres pidiendo limosna en
las calles, se está haciendo común en esta nación de extraordinario bagaje histórico.
Y nuestra América Central, a pesar de las regalías que hacen los estadounidenses año con
año de millones de dólares, es la más firme a repetir la insana experiencia griega. Los
síntomas de ello se demuestran en los alarmantes grados de natalidad; es decir, a más
nacimientos, más población… y menos oportunidades de trabajo; en los bajos niveles de
escolaridad, donde el analfabetismo ha ganado la batalla; en la poca inversión extranjera
que prefiere las sedes asiáticas, menos exigentes impositivamente con esas empresas y