1. Tu bebé "desciende"
Si éste es tu primer embarazo, unas semanas antes del comienzo del parto puedes sentir lo que se conoce como "encajamiento".
Esto quiere decir que el bebé baja y se encaja en la pelvis, preparándose para el nacimiento. Puedes notar que tienes más peso en la pelvis, pero respiras mejor, porque disminuye la presión en tu caja torácica.
2. Notas un aumento en las contracciones Braxton Hicks
El incremento en la frecuencia e intensidad de las contracciones Braxton Hicks puede ser un indicio de preparto, que es el periodo durante el cual el cuello del útero comienza a madurar (ver abajo) y se prepara para el "verdadero" parto. En esta etapa, algunas mujeres también experimentan cólicos similares a los dolores de la menstruación.
3. El cuello del útero comienza a cambiar
En los días y semanas previos al parto, los cambios en el tejido conectivo del cuello del útero causan que éste se ablande. Además puede que las contracciones Braxton Hicks realicen el trabajo preliminar de afinar y quizás abrir un poco el cuello del útero.
4. Expulsas el tapón mucoso o notas un "flujo con sangre"
Si el cuello del útero comienza a dilatarse al aproximarse el momento del parto, puedes expulsar el tapón mucoso, una cantidad pequeña de flujo mucoso y espeso que ha mantenido sellado el cuello del útero durante los últimos nueve meses.
5. Rompes la fuente de aguas
Cuando el saco amniótico lleno del líquido que recubre al bebé se rompe, el fluido se elimina por la vagina. Debes llamar de inmediato a tu médico o partera cuando notes que te empieza a salir líquido, ya sea que salga mucha o poca cantidad.