Ejemplifiquemos: Un sujeto que experimenta un proceso psicológico muy común en estos tiempos, como angustia, aburrimiento, molestia, tristeza, perplejidad, ensoñación, al sentirse amenazado por un grave peligro, tiene dos opciones: o se da cuenta de su situación para defenderse con uñas y dientes si es preciso, o asume una posición conformista e impotente. Aunque parezca exagerada la afirmación que haremos a continuación, la primera posición es la generalmente asumida por el hombre y la mujer modernos. Pero, hay un pero, SI LA VOLUNTAD de ese sujeto ES FUERTE, no medirá las consecuencias( sujeto racional), ni se dejara abatir por estados emocionales divergentes, miedo, pavor( sujeto emocional), SERA CONSCIENTE de la amenaza que acecha, y ACTUARÁ EXTRAPSICOLOGICAMENTE, utilizando su propia energía psíquica ESTRATEGICAMENTE.
Nosotros diremos que es el Yo actuando independientemente, es volición absoluta. Leonidas el espartano, enfrentado ante el destino más oscuro, una fuerza enemiga insuperable: Alejandro el Grande o Gengis Khan lanzándose a conquistar el mundo entero. El Mito del Héroe se hace ahora patente; ¿ de dónde emergió para luego desplegarse? Emergió del inconsciente hacia la esfera de luz donde se despliega, ¡ Al Fin!, diremos nosotros, gracias a la fuerza volitiva, es decir, al Yo.
Veamos como lo psicológico predomina en los momentos de crisis. Un hombre o mujer con poca volición, es rebasado ante un momento de peligro, o ante una crisis cualquiera; por ejemplo, una garrafa de gas expele llamaradas porque su válvula abierta ha tenido contacto con el fuego; Como el accidente se produce en una feria abarrotada de personas, y el miedo emerge incontenible, el pavor irracional a la muerte alimentado por la multitud, causa un fenómeno de masas que se conoce como pánico colectivo, y el miedo se propaga, provocando una estampida que mata a varios aplastados por la turba aterrorizada. Si un individuo enfrentado ante este accidente tuviera una fuerte VOLUNTAD EGÓICA, la potencia graciosa concreta lo halaría a tomar otra actitud ante el símbolo del peligro, se preguntaría:“¿ YO voy a permitir que el miedo se apodere de MÍ?”. El miedo irracional a la muerte que emerge de su inconsciente, ES ENERGÍA, su animismo le impele a desgastarla, a desaparecerla, para escapar del símbolo de la muerte, en cambio su YO le permite utilizarla de una manera harto diferente, demostrando una actitud extrapsicológica. Todos justificaríamos, dentro de lo“ normal”, el sentir miedo, y huir ante semejante momento de peligro; nuestro héroe en cambio, es pura fuerza de voluntad dominando sus ámbitos psicológicos, simplemente moja un trapo, y con el cubre la válvula colapsada de la garrafa controlando la situación y evitando la tragedia.
En este ejemplo distinguimos bien dos instancias; Por un lado los símbolos que emergen desde el inconsciente personal y provocan un hecho moral, y por otro, los mismos símbolos tornándose colectivos y provocando un hecho cultural. Y entiéndase bien, comprender esto es sumamente importante, ya que al tratarse de personas psicológicas, el sí mismo es impotente ante la actualización súbita del símbolo del peligro, y tanto en el fenómeno del hecho moral individual, como en el hecho cultural colectivo, el total fracaso de los sujetos psicológicos
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