CAPÍTULO QUINTO.
METAFÍSICA.
1. Los Símbolos.
La metafísica es la ciencia que estudia los símbolos y su significación en
contextos ARQUETÍPICOS. Por lo tanto es un LENGUAJE NO HABITUAL, ya
que la SINTAXIS, si bien sigue sosteniendo las estructuras simbólicas, se da
en un espacio de significación bastante OBLÍCUO.
El individuo sólo puede aproximarse a esta significación OBLICUA
despojándose de la razón, que sólo sirve para enlazar estructuras lógicas en un
lenguaje habitual de su horizonte virtual. El individuo, así, se aproxima a estos
espacios de significación meta-cognitivos mediante el desarrollo de su
INTUICIÓN SIMBÓLICA.
Ahora convengamos, la METAFÍSICA ES SIMBÓLICA, como TODO, desde
una visión metafísica. Con esto significamos que la cultura vista como un
arsenal simbólico desde una perspectiva psicológica, afirma el postulado
psicosocial que nos dice que el mundo sensible es netamente simbólico y
significativo en los ámbitos psicológicos.
La cultura, implica CULTO, y el culto es RELIGIÓN; y no hay ámbito más
metafísico que la religión. Y aquí salta a la vista el error gnoseológico del
hombre y la mujer modernos: CREEN en la religión como un objeto cultural,
entonces es habitual escuchar opiniones, en pro y en contra, dependiendo del
grado de escepticismo de las personas: “la religión es la más grande mentira
de la humanidad”; O “la religión es la única esperanza que tiene el hombre para
encontrar la paz”; O esta otra, bien difundida por la CULTURA: “la religión es el
opio del pueblo”. Y sí, hay un grado de “verdad”, desde un punto de vista
particular, pero son valores relativos sostenidos por concepciones daltónicas,
pues la CULTURA ES UN ARMA, es decir, la RELIGIÓN ES UN ARMA, y es
daltonismo gnoseológico CREER que es un mero objeto cultural del cual
podemos emitir juicios de valor discrecionales, obviando su finalidad esencial.
Analicemos lo que acabamos de afirmar, que la religión, el culto de cualquier
tipo y a cualquier tipo de entidad, sea física, como la materia (dinero,
reputación, hedonismo, bienes suntuarios, etc.) para los agnósticos, o se trate
de alguna divinidad sobrenatural, para los creyentes en corrientes
escatológicas, es, propiamente hablando, una forma de aplicación de
estrategias psicosociales para manejar colectivos sociales. Es decir, ES UN
ARMA ESTRATÉGICA CUYA MUNICIÓN PROVIENE DE UN ARSENAL
ARQUETIPICO ALMACENADO EN LA MEMORIA COLECTIVA.
Al aproximarnos a los ámbitos psicológicos, establecimos que el sujeto
anímico, tanto la mente consciente, como la inconsciente, son una especie de
banco de imágenes, una gran pantalla óntica que permite la grabación de
- 64 -