LA FILOSOFIA DE LA VIDA
La filosofía de la vida no es una tarea que compete exclusivamente a aquellos que durante un tiempo se han dedicado al estudio del pensamiento tratando de teorizar sobre asuntos más profundos y detallados, con la intención de encontrar una explicación o una salida a los enigmas de la vida. La filosofía es una tarea que compete tanto al instruido como no instruido, al filósofo como no filósofo; en una palabra, es para la gente del común.
Esto quiere decir que independientemente de hablar en un lenguaje metafísico o complejo, considerado así por muchos, la filosofía es la compañera que aunque no lo pensemos así, está siempre en nuestros quehaceres cotidianos porque ella más que una ciencia o disciplina
es una actividad práctica que está en continuo vaivén, sin principio ni fin, indeterminada porque es inacabada, pluridimensional, siempre encuentra algo para cada día, siempre se pregunta por cosas cotidianas de las que nosotros quizás no nos preguntamos, es la salida de nuestras inquietudes y la entrada de nuestras respuestas.