Jaime Rincón
"Yo llevo en Bogotá 18 años, lo mismo que llevo trabajando, dándole vueltas al chorro, una cosa es el trabajo en la calle y otra es andar en la calle, hasta las grandes empresas han salido de la calle, y en la calle hay plata depende como lo consiga, desde que uno no le haga daño a nadie. El que es debuenas nunca es demalas porque no es por suerte, sino es la voluntad de Dios, la suerte es para los mediocres. Yo llegué a Bogotá a Suba, yo llegue de Cúcuta porque la gente que me crió eran ladrones, me enseñaron a ser vivo a jalar, y me crié con ellos desde los 7 hasta los 12, aproximadamente, tenía 14 años cuando mi padrastro cayó en la cárcel y salgo de la indagatoria y me subo en la buseta para irme para la casa y al lado hay un señor que dobla el alambre y me dice -¿que chino quiere aprender?-, y me pongo a mirarlo y me dice que si me quiero ir con él para la costa el 2 de diciembre; ahí le di la vuelta a toda Colombia, llegue hasta Pasto, Ecuador, me devolví a Cúcuta, después a Santa Marta y conocí a unos hermanos que son malabaristas y acá estoy. Gloria a Dios me colocó un instrumento para que me diera un talento.