Marta vive en Barcelona, tiene 23 años y tiene una sensibilidad que prende fueguitos dentro de mí.
Su trabajo es impecable, lo que logra y transmite en sus colores, en la conexión que logra entre su retratadx y ella se ve reflejada en el resultado final. Sumándole el texto que agrega en el pie de su publicación en Instagram haciendo una atmósfera perfecta.
“Siempre me ha gustado la fotografía pero nunca quise ser fotógrafa. Me gustaba tanto la foto que no necesitaba convertirlo en mi oficio porque para mí hacer fotos ya era una finalidad por sí misma, entonces yo era feliz haciéndolo.
Yo seguía haciendo fotos, empecé a estudiar filosofía y me convencieron para abrirme un Instagram, entonces a partir de aquí empecé a darme cuenta de que yo podía trabajar de ésto, pero es como casi que el oficio de fotógrafa me encontró a mí, no lo busqué yo.”, les contaba en una entrevista a Foto K.